Es injusto que los habitantes de San Miguel Chimalapas fueron brutalmente agredidos por la policía estatal oaxaqueña al rescatar a un ganadero chiapaneco, dijo Jorge Toledo Luis, secretario general de la CNOP, al tiempo de repudiar la política represiva del gobierno de Gabino Cué.
Mientras el gobierno oaxaqueño hablaba de apoyar la defensa de la lucha agraria de los pueblos chimalapas, 200 policías invadía a una pacífica población cuyo único delito fue detener y custodiar a una persona que ocasionaba problemas ambientales y forestales en los bienes comunales de los oaxaqueños, agregó.
Dijo que, como era de esperarse, el gobernador chiapaneco exigió la aplicación de la ley en defensa de su ciudadano; como no era de esperarse, el gobierno oaxaqueño privilegió el uso de la violencia para resolver un asunto que es estrictamente agrario para los oaxaqueños, y de negocios y ganancias para los chiapanecos.
Como resultado, siete comuneros zoques de los Chimalapas fueron golpeados y detenidos por la policía de su propio gobierno, mientras el gobierno chiapaneco planea la mecánica para legalizar la presencia de sus habitantes en las tierras oaxaqueñas, expuso el líder cenopista.
Toledo Luis puntualizó que “es notable la falta de capacidad política del gobierno actual para responder a las necesidades y dar solución pronta y oportuna a los conflictos que viven los habitantes de la región zoque”.
Declaró que repudia lo sucedido: “no es posible que la policía estatal, que está para salvaguardar la seguridad de los oaxaqueños, se preste a violar sus derechos. Las acciones efectuadas reflejan la incompetencia del gobernador y sus funcionarios para resolver los conflictos agrarios”, enfatizó.
Explicó que el conflicto agrario en la zona Chimalapas es por 4 mil 975 hectáreas, y tiene sus orígenes desde 1967, entre el ejido Gustavo Díaz Ordaz, perteneciente al municipio de Cintalapa, Chiapas, y las comunidades de Benito Juárez y San Antonio, pertenecientes a San Miguel Chimalapas, Oaxaca.
Ante la evidente complicación del conflicto expuso: “nunca pensamos que, algún día, el gobierno estatal usara la fuerza policial para reprimir a sus propios ciudadanos en un problema agrario donde los pueblos originarios zoques están defendiendo la soberanía estatal”.
Recalcó que esta administración parece responder más a compromisos políticos de coaliciones partidistas, que a la defensa del interés de los oaxaqueños, al tiempo de recalcar que no hubo voluntad de diálogo ni intento de concertación de las autoridades oaxaqueñas con los pueblos chimalapas.
Para el dirigente priista, al gobierno coaligado oaxaqueño le falta habilidad política para concertar acuerdos en las zonas de conflicto, “no hay oficio político en la burocracia estatal, tal pareciera que sólo buscan cobrar un salario, pero no buscan comprender ni resolver los problemas con inteligencia y sagacidad política”.
El líder cenopista señaló: “no es posible que el gobernador oaxaqueño haya dado su total apoyo a las autoridades chiapanecas; son totalmente cuestionables las acciones de del gobernador Gabino Cué, pues prefirió defender a un chiapaneco y arremetió contra los oaxaqueños”, reprochó.
Exigió una investigación a fondo sobre los hechos, para castigar a los responsables e hizo una invitación al gobernador oaxaqueño a entablar un diálogo con la comunidad zoque, para atender sus reclamos y mediar en el problema agrario.
“Ojalá que el gobernador y sus funcionarios comprendan que gobiernan para los oaxaqueños y no para los chiapanecos”, concluyó el secretario general de la CNOP.