Los aspirantes presidenciales republicanos están ‘equivocados’ en sus respuestas para legalizar a 11 millones de indocumentados en Estados Unidos, señaló hoy en su editorial principal el diario The New York Times.
‘Los indocumentados tienen trabajos, tienen niños, pagan impuestos, usan los servicios del gobierno, y frecuentemente viven con miedo’, pero los precandidatos han evitado responder en dos últimos debates, señaló.
Agregó que también rechazan la ‘amnistía’ que favoreció el anterior presidente republicano Ronald Reagan, así como una reforma migratoria integral con multas que apoyó el ex mandatario George W. Bush y su sucesor Barack Obama.
Sobre los indocumentados y la migración ilegal, la respuesta de los precandidatos republicanos es ‘sellar la frontera’, mientras piden miles de millones de dólares en nuevos gastos del gobierno.
Eso es ‘muy extraño’ porque proviene de políticos que están determinado a cortar incluso los servicios públicos más básicos cuando tienen oportunidad, indicó el diario.
Además, sellar la frontera no es la solución y falsamente presenta a la frontera como peligrosa, cuando las ciudades estadounidenses en esa región están entre las más seguras del país y se ha reducido el paso de indocumentados debido a la barda y la mala economía, indicó.
A eso se agrega los miles de millones de dólares que Bush y Obama han gastado en la barda, agentes fronterizos, soldados de la Guardia Nacional, aviones de vigilancia e incluso sensores sísmicos.
The New York Times expresó su decepción de que los aspirantes Mitt Romney, Rick Perry y Jon Huntsman no han ofrecido ni siquiera ‘soluciones sensibles’ tomando en cuenta que abordaron el tema en el pasado.
Romney apoyó el plan anterior de Bush para un camino a la ciudadanía a los indocumentados, pero luego rechazó una propuesta bipartidista que presentaron en su momento el senador republicano John McCain y el ahora fallecido demócrata Edward Kennedy.
Por su parte, Perry rechazó la barda, pero ahora favorece más soldados y aviones, y Huntsman apoyó licencias de conducir para los indocumentados, aunque ahora pide una barda.
La definición de una política de inmigración sensible, pro-estadounidense que Perry, favorito en las encuestas, favoreció en el pasado, es ahora una ‘herejía’ para los republicanos, lamentó el rotativo.
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