Las bancadas del PRI, PAN y PRD ratificaron el acuerdo de reparto de plazas en Cámara de Diputados y con ello, otra vez, ignoran las reglas internas de un servicio profesional de carrera.
De este modo, todos los puestos de mandos medios y superiores tienen un color que los identifica y obedecen a un reparto de cuotas que controlan los tres partidos desde hace más de una década.
La nueva composición de la Cámara en la 63 Legislatura no modificó la dinámica de acuerdo de las tres bancadas, que deciden, cuando quieren y sin consultar a otras fuerzas, los cambios en los puestos que tienen de cuota.
Así como pactaron hacer mínimos cambios en la asignación de comisiones ordinarias, acordaron no modificar la distribución de las plazas de los mandos medios y superiores mandos que tiene cada grupo.
El manejo presupuestal, el área de personal, la seguridad, el proceso parlamentario, la ejecución de auditorías y hasta los servicios médicos están en manos del tricolor.
El cargo más importante es la Secretaria General y siempre ha estado en manos del PRI. Mauricio Farah se mantiene en el puesto pese a que es un funcionario cercano a Manlio Fabio Beltrones y no al nuevo coordinador, César Camacho.
Farah es quien prácticamente autoriza todas las decisiones administrativas, aún sin consultar con la Junta de Coordinación Política.
La bancada panista tiene los servicios administrativos, el departamento jurídico y la atención a diputados.
En tanto, el PRD controla todo el proceso de licitaciones y contratos con particulares, el almacén, talleres gráficos y una parte de los servicios parlamentarios, entre otras áreas.
Solo algunas áreas parlamentarias no tienen el control partidista y hay funcionarios de carrera.
Tal es el caso de la dirección General de Proceso Legislativo, a cargo de Elena Sánchez Algarín, con casi 55 años de servicio en la Cámara de Diputados.
También sin cuota de partido están las direcciones de Trámite Legislativo, de Apoyo a Sesiones, y General de Crónica y Gaceta Parlamentaria.
Los tres grupos parlamentarios se repartieron la dirección general en cada uno de los cinco centros de estudios.
El tricolor controla el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas, el más importante, y el Centro de Estudios de Derecho e Investigaciones Parlamentarias, con el ex diputado del PRI, Sami David, como director general.
El blanquiazul tiene la dirección general del Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género.
Mientras que el sol azteca tiene los Centros de Estudios de Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria, y el de Estudios Sociales y de Opinión Pública.
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