El Gobierno federal reveló que internos del Centro de Readaptación Social (Cereso) de Gómez Palacio, Durango, contaron con el respaldo de autoridades de ese penal para realizar venganzas por encargo, e incluso, dispusieron de armas de los custodios y vehículos oficiales.
En un mensaje emitido en la Secretaría de Gobernación (Segob), Ricardo Nájera, vocero de la Procuraduría General de la República (PGR), informó que los presos de ese Cereso son presuntos responsables de los crímenes perpetrados en los últimos meses en Torreón, Coahuila, como el ocurrido el 18 de julio en una finca, en el que fallecieron 17 personas.
De acuerdo con información obtenida hasta el momento con denuncias, los reclusos con la autorización de Margarita Rojas, directora de dicho Cereso, se les permitía la salida por las noches para cumplir venganzas por encargo.
“Se les permitía salir de prisión y utilizar armas de los custodios para realizar esas ejecuciones utilizando vehículos oficiales para su traslado y ocupando las armas de los custodios para los asesinatos.
“Los delincuentes cumplían sus ejecuciones como parte de ajustes de cuentas contra integrantes de miembros rivales vinculadas con la delincuencia organizada,por desgracia en dichas ejecuciones, los delincuentes también asesinaron cobardemente a civiles inocentes para regresar posteriormente a sus celdas”, aseguró Nájera.
Hasta el momento, han presentado declaración la directora Rojas Rodriguez; Roberto Enrique Sahuayo, jefe de seguridad y vigilancia; Francisco Carlos Alberto Uranga, subdirector, y José Guadalupe Rivas Ordaz, jefe de seguridad y vigilancia.
“A petición de la Fiscalía de Coahuila, el juez de Primera instancia obsequió un arraigo por 20 días para dichas personas, además de que ya presentaron declaración todos los custodios y más de la mitad de los reclusos del Cereso, indicó Nájera.
El Universal