Todo desgracia trae alguna gracia. Ahí está el caso del mentiroso Germán Tenorio Vasconcelos. No me negarán que este personaje fue una desgracia para la entidad. Anoche, al presentarle su renuncia el gobernador del estado, provocó una reacción ciudadana enormemente consoladora a través de las redes sociales.
La expresión general era, en resumidas cuentas, ya no queremos que nos roben y ya no queremos que, mediante la renuncia a un cargo, todo el aparato gubernamental absuelva al ladrón y le permita retirarse a sus mal habidas propiedades, como su casa de 64 mdp, donde se consolará por su renuncia, mientras disfruta de otros cuantiosos bienes obtenidos de la manera más oscura.
El ex secretario de salud, Germán Tenorio Vasconcelos, ostentó el cargo desde la llegada de Gabino Cué al poder. Desde los primeros días de esta administración se le empezó a acusar a Tenorio Vasconcelos de beneficiar con la compra de medicamentos a empresas de Juan José Gutiérrez Candiani. Además, fue cuestionado por nepotismo al colocar como administrador de recursos públicos a su primo hermano Manuel Ramírez Tenorio.
Como secretario de salud, recibió requerimientos para que devolviera 26 millones 519 mil pesos que la Sedesol, del gobierno federal, puso bajo su administración y que no fueron ejercidos.
El poder de Tenorio Vasconcelos llegó a ser tal, que el mismo gobernador nunca se atrevió a pedirle su renuncia, es más, el 30 de octubre de 2013, la directora de campañas de la red global Avaaz, Alice Jay, entregó un documento a Gabino Cué, con 50 mil 500 firmas para pedir la renuncia del secretario de Salud, Germán Tenorio, por el “escandaloso” caso de Irma López Aurelio, la indígena que se vio obligada a parir en el patio del Centro de Salud de Jalapa de Díaz, y Cué Monteagudo, le respondió que esa decisión es “una facultad única y exclusiva del gobernador: nombrar y remover a los servidores públicos”.
Así pues, anoche, en medio de la oscuridad, se fue de puntitas Germán Tenorio, sin dar ninguna explicación. Se fue en medio de los problemas de la sección 35 del sindicato nacional de trabajadores de salud (SNTSA), en medio de las acusaciones que le hacen por manejar una “nómina secreta”.
La negligencia médica dentro de su administración fue uno de los distintivos. Alrededor de 20 partos sucedieron en las banquetas. Algunos de estos casos fueron de resonancia nacional, y aún así, al gobernador no le importó, tal vez porque ocurrieron en zonas marginadas y a mujeres indígenas.
Y qué decir de sus frecuentes mentiras. En todas partes se echaba su mismo discurso: el compromiso del gobernador es culminar las obras, inaugurarlas y ponerlas en operación para la ciudadanía. Esto lo dijo en Chazumba, municipio de la mixteca, en la Villa de Mitla, en Huajuapan de León, donde inclusive llegó a poner la primera piedra para la construcción de un hospital, pero meses después, aseguró nunca había estado en ese lugar para poner la piedra de inicio de construcción. Ante esa falsedad, dos regidores de ese ayuntamiento, lo llamaron “mentiroso”.
El encargado ahora de la Secretaría de salud, es Héctor González Hernández, quien fuera director de los servicios de Agua Potable y Alcantarillado de la Ciudad de Oaxaca. Se le identifica como gente de Ulises Ruiz Ortiz.
Tal vez, continúen las renuncias, y los que sigan se irán también, así, de puntitas.
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