Según anuncia el director del IEEPO podrían regresar a clases de manera consensuada y gradual, siguiendo los protocolos de seguridad requeridos, todos los estudiantes de los 570 municipios de Oaxaca de manera presencial luego del transcurso de las vacaciones de semana santa, A la fecha son 30 por ciento de escuelas las que ya tienen actividades con alumnos y profesores presentes, esperando que para inicios de mayo todas las escuelas estén funcionando plenamente, desde luego, tomando en consideración lo que opinen padres de familia, profesores y autoridades municipales, en el entendido que según el sindicato del magisterio, primero se requiere mejorar la infraestructura, el servicio de agua potable, carencias de equipo, seguridad, distancia segura, etc…
La intención de regresar físicamente a los alumnos a las aulas para que aprendan y conozcan algo, será aceptada quizás por padres de familia que quieren sus hijos con estudios alcancen movilidad social y de la pobreza en que viven puedan ser después por lo menos de clase media, obviamente, no todas las autoridades municipales que en su temor excesivo al covid 19 e ignorancia de la inmunidad que ofrecen las vacunas cerraron sus pueblos o aldeas, retuvieron a sus habitantes y prohibieron acceso de personas y, por supuesto, quien menos o no aceptarán es el sindicato del magisterio, la Secta 22, que como afirmó el candidato de Morena a la gobernación de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, expresando la realidad de la educación escolar en Oaxaca en una reunión con migrantes en los Estados Unidos: “Los profesores de Oaxaca incurren en un crimen al ofrecer a sus alumnos una formación académica de las más atrasadas, preguntando indirectamente a los profes de la Secta 22: ¿Ustedes tienen 30 años de movimientos políticos, de lucha, caminando, bloqueando, pero díganme con sinceridad que nivel de educación tienen nuestros hijos, nuestros jóvenes. Estamos reprobados, tenemos una calificación de 4 en escala de 10. Tienen la obligación de entregar calidad de educación. Es un crimen tener a nuestros hijos, a nuestros nietos, a los que vienen atrás con una educación de mala calidad. Y yo creo que tenemos que hacer algo”, entelequia que únicamente puede expresarse en campaña política, porque en la realidad es imposible, porque todos sabemos que la Secta o Cartel 22 del magisterio es un Frankenstein desencadenado, una Hidra con decenas de cabezas, entre ellas la de normalistas, predispuestos como los profes, no a enseñar con calidad, sino a bloquear, asaltar, secuestrar, irrumpir y causar todo el daño posible, no únicamente a los alumnos en clases presenciales o virtuales, sino también a trabajadores, empleados, enfermos, minusválidos, empresas o comercios, porque los niños y la educación no les han importado desde hace 30 y no lo harán porque lo que les interesa es únicamente el dinero, control político, dominio y que se cumplan sus intereses. Los niños no les importan ni interesa su educación.