Digamos que una de las crisis colaterales que traerá como consecuencia la pandemia de Covid 19 en México es la de la educación básica, y como consecuencia la de la educación superior.
Ya está a la vista la crisis de salud por la pandemia, además de los estragos trágicos que se conocen y que ésta no desaparecerá de la noche a la mañana según dicen los sabios-científicos.
También está al frente la crisis económica que ya muestra sus fauces aquí o allá y que podría ser devastadora para el país…
Pero es la de la educación básica la que debe preocuparnos también mucho, y para la que no se puede o no se quiere encontrar solución desde las instituciones responsables: El gobierno federal, los gobiernos estatales y municipales, así como el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) tan dañina.
Esto es: a lo largo de casi dos meses (desde el 20 de marzo por instrucciones de la SEP) los niños de educación básica suspendieron clases en todo el país para evitar contagios. Y está bien. No debía hacerse otra cosa más que aislarlos y protegerlos, como también a los maestros y maestras y servicios de apoyo educativo: tan necesarios todos.
Con todo, ya se anuncia que la educación básica regresará a clases pronto. El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el 16 de abril que, en principio, podrían regresar el 17 de mayo los niños que estudian en municipios sin casos de Covid-19 y con municipios adyacentes sin contagios. Y lo ha reiterado en días recientes… “Domamos al virus”, dijo el 27 de abril.
El secretario de Educación, Esteban Moctezuma, dice que se habrán de tomar decisiones en base a lo que instruya el Presidente y con base en lo que digan los doctores a cargo de la situación, como es el doctor Hugo López-Gatell, pero que “será en el momento oportuno y cuando lo marquen las condiciones sanitarias, antes no.”
Sin embargo pareciera que hay prisa porque los niños regresen a clases, pero no sólo esto; también que la gente comience a retomar sus actividades pronto. Y esto –se ha dicho- no en base a criterios científicos probados, sino porque es urgente que la economía se reactive, que haya movimiento de recursos y generación de los mismos para solucionar lo que ya es una crisis económica en el país y para lo que ya instrumentaron una política recaudatoria a todo lo que da.
Pero también está ahí la exigencia del gobierno de Estados Unidos. Donald J. Trump quien insiste en que allá la gente ya tiene que salir a las calles y activar la economía; a pesar de que es uno de los países con mayor índice de contagiados y de fallecidos y cuyas cifras no disminuyen aun…
El gobierno mexicano haría mal en activar su economía a pesar de la crisis y para seguir la línea del gobierno de Trump en tanto la crisis pandémica aquí no baje a límites que garanticen la seguridad de todos, pero muy particularmente de los niños y ancianos.
Lo acaba de anunciar un grupo de científicos mexicanos de la UNAM y otras instituciones, que advierten que la cima de la crisis en México será hasta junio, y no en estos días, como anuncia el subsecretario López-Gatell.
Así que, hasta que haya la seguridad científica y consensuada de que no hay riesgos, será cuando la gente deberá hacer sus actividades de forma escalonada; como también el regreso a clases…
De no ser así se pone en riesgo a millones de niños. La matrícula total del Sistema Educativo Nacional, en el ciclo escolar 2019-2020, es de 36.6 millones de alumnos, atendidos en 265 mil escuelas, con el apoyo de 2.1 millones de profesores, además del servicio de apoyo…
También está el tema de los niveles educativos. Los niños tuvieron un periodo perdido que en términos pedagógicos parece irrecuperable, aun cuando se dijo que se les darían clases virtuales, como si todos los niños y familias estuvieran en condiciones de contar con el equipo necesario…
Y esto es delicado porque los niños podrían “no perder el ciclo escolar”, pero el aprendizaje sí se pierde y agravará aún más la baja calidad educativa de los niños de México.
Un estudio reciente del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA), realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) informa:
“México es el último lugar en competencias entre los países integrantes de esa institución, además de que no ha mostrado avances al mantener sus bajos niveles de aprendizaje.
“Los estudiantes mexicanos obtuvieron puntuaciones de 409 puntos en matemáticas, 419 en ciencias y 420 en lectura, mientras que los promedios de la OCDE son de 489, 489 y 487, respectivamente, lo que da una idea del rezago educativo en México, que prácticamente no ha registrado cambios relevantes desde la anterior medición, realizada en 2015”. Los niveles de comprensión de lectura “son mínimos”.
La misma organización advierte que la situación educativa en México está mal, y va a peor. Y no tiene que ver con la capacidad y vocación de cada maestro. Si del modelo educativo y la permanente crisis de intervención sindical.
Muy pocos ponen atención seria en este asunto tan grave como peligroso hoy mismo, y después.
joelhsantiago@gmail.com