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La situación financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex) continúa agravándose. En los primeros cuatro meses del año, la petrolera reportó pérdidas por 42 mil 200 millones de pesos, el nivel más alto registrado en los primeros cuatrimestres de los últimos 10 años.
La Dirección Corporativa de Finanzas explica que estos resultados obedecen a la pesada carga tributaria a la que someten a la industria petrolera y a que el área de refinación se ha convertido en un lastre financiero para la empresa.
Aún cuando la empresa generó ingresos por 441 mil 27 millones de pesos en el periodo enero-abril, en el momento de descontarle su gasto de operación e inversión y los 271 mil 555 millones de pesos por impuestos, derechos y aprovechamientos, presenta saldo negativo.
Información de la paraestatal revela que la refinación de crudo, considerada la segunda actividad más importante de Petróleos Mexicanos (Pemex) se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para los directivos de la paraestatal y para las finanzas públicas.
Desde hace casi una década, la filial Pemex Refinación ha venido operando con números rojos y registrando cuantiosas pérdidas que no han podido revertir ni con la política de aumentos de precios a los combustibles automotores.
En la última reunión del Consejo de Administración de Pemex los responsables de la empresa y consejeros fueron notificados de que este año la subsidiaria encargada de procesar crudo y elaborar petrolíferos registraría pérdidas por 58 mil 428 millones de pesos.
Entre 2002 y 2010, refinación estaría sumado pérdidas por 485 mil 500 millones de pesos, que a la paridad actual equivalen a 39 mil 471 millones de dólares, poco más del valor que tiene en un año las exportaciones del crudo.
EL UNIVERSAL publicó el jueves que los consejeros profesionales y el director general de Pemex, Juan José Suárez Coppel, trabajan en una estrategia para revertir el deterioro financiero de la industria petrolera y el excesivo endeudamiento que asciende a 120 mil millones de dólares, de los cuales 63 mil millones corresponden únicamente al pasivo laboral o compromiso que tiene la empresa con los 60 mil jubilados y los 150 mil trabajadores activos para garantizarles salarios y prestaciones al momento de alcanzar la edad de retiro.
A más tardar en junio, el director de Pemex entregará una propuesta que podría abarcar opciones como el cambio al régimen de pensiones y jubilaciones.
EL UNIVERSAL
