El acuerdo sobre el programa nuclear iraní, y el consecuente levantamiento de las sanciones contra Irán, se traducirá en un nuevo flujo de crudo hacia un mercado que ya tiene una abundante oferta, afectando por ello a las cotizaciones.Irán y las grandes potencias concluyeron formalmente este martes en Viena un histórico acuerdo sobre el programa nuclear de Teherán, que debe poner fin a doce años de tensiones en torno a este tema.
El acuerdo incluye un futuro levantamiento de las sanciones económicas internacionales impuestas a Irán, que abarcan las exportaciones de petróleo, esenciales para la economía del país.
“El mercado espera que la producción de Irán aumente, lo que se va a añadir a una oferta ya muy abundante” explicó Ole Hansen, analista de Saxo Bank.
Debido a las sanciones, Irán, el cuarto país en reservas mundiales de petróleo, vio su producción caer a menos de 3 millones de barriles diarios (mbd) desde 2012 y sus exportaciones se redujeron a la mitad, a unos 1.3 mbd actualmente contra 2.5 mbd en 2011.
El país podría producir 1 mbd adicionales en los seis meses posteriores al levantamiento de las sanciones, había afirmado a principios de junio el Ministro del Petróleo, Bijan Namdar Zanganeh, durante una reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), de la que Irán es destacado miembro.
El petróleo, un sector vital para la economía iraní, pero subdesarrollado desde hace 10 años, necesita urgentemente inversiones.
Pero en un mercado mundial donde el excedente de oferta de petróleo se acerca a entre 1.5 y 2 mbd -pese a una demanda que se recupera- cualquier aumento de la producción es acogida negativamente por los mercados, y ello pese a que el levantamiento de las sanciones contra Irán no sea, ni será, inmediata.
La prueba de ello se produjo este martes, poco depsués del anuncio del pacto nuclear: a las 10:00 GMT, el barril de Brent del mar del Norte para entrega en agosto valía 56.43 dólares en el Intercontinental Exchange (ICE) de Londres, en baja de 1.04 dólares respecto al cierre del lunes.
Ello se produce además en un contexto en el que la OPEP, que produce poco más de un tercio del crudo mundial, sigue aumentando su producción con el objetivo de preservar y ganar nuevas cuotas de mercado en los últimos meses.
Arabia Saudita, jefe de fila del cártel, e Irak, han aumentado notablemente su producción este años, y parece poco probable, según los analistas, que dejen sitio para los barriles de crudo iraní.
“Si Arabia Saudita no reduce su producción para acomodarse al retorno de Irán (a las exportaciones), entonces la batalla por las cuotas de mercado se va a intensificar, y eso será negativo para las cotizaciones del crudo”, advierte Olivier Jakob, analista de Petromatrix.
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