Luego de asegurar que la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), dejó de ser un “elefante blanco” el ombudsman Arturo De Jesús Peimbert Calvo, reconoció que aún falta mucha cultura entre los oaxaqueños para identificar lo que es realmente una violación a los derechos humanos.
El ombudsman oaxaqueño señaló que la DDHPO “realmente está cumpliendo su fin, es una institución activa y conforme va dando resultados la gente tiene más certidumbre en la institución”.
Más adelante reconoció que en el estado de Oaxaca, es muy alto el índice de violaciones a los derechos humanos, por ello, la DDHPO es una ventanilla a donde acude mucha gente de la sociedad que siente que han sido violados sus derechos humanos.
Destacó que ante la falta de formación de una cultura de derechos humanos, son muchas las quejas que se reciben en la Oficialía de Partes de la institución, pero aclaró que no todas se admiten.
Agregó que en la DDHPO se admite una queja solamente cuando existe alguna autoridad involucrada en una violación a los derechos humanos, pero entre particulares no interviene por no ser esa su función, aclaró.
Peimbert Calvo, afirmó que al existir en la entidad oaxaqueña una gran cantidad de organizaciones sociales, también son muchas las violaciones a los derechos humanos que se cometen, por lo tanto, las quejas que se reciben también son muchísimas, concluyó el presidente de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca.
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