* El regreso a clases bajo las modalidades que sean y la desescalada que estamos protagonizando en todos los órdenes de la vida social, nos revelarán todo el potencial destructivo de la pandemia del nuevo coronavirus.
* Seis ex Secretarios de Salud federal proponen la Ley de cuarentena para la coordinación institucional y la disciplina social y un Plan nacional de ocho semanas para controlar la pandemia de COVID-19 en México.
(A la familia de Max Vargas Betanzos por su sensible fallecimiento. Un abrazo fraterno y solidario a sus familiares y amigos en estos momentos difíciles. Descanse en paz)
Ante el regreso de Oaxaca al semáforo epidemiológico naranja del COVID-19 es oportuno retomar el “Análisis preliminar y recomendaciones urgentes de La gestión de la pandemia en México”.
El regreso a clases bajo las modalidades que sean y la desescalada que estamos protagonizando en todos los órdenes de la vida social, nos revelarán todo el potencial destructivo de la pandemia.
Con la información disponible en México es imposible prever el ritmo y la llegada de la cúspide de contagios y rebrotes. Incluso, no puede descartarse un nuevo confinamiento en el futuro cercano. Para evitarlos urge diseñar diversos escenarios de apertura, convivencia social, obligaciones y reglas que entrenen y eduquen a la sociedad mexicana para un periodo prolongado de cohabitación con el nuevo coronavirus.
Salomón Chertorivski, José Ángel Córdova, Julio Frenk, Mercedes Juan, José Narro y Guillermo Soberón recomiendan que es urgente promover un segundo intento deI control de la pandemia.
En agosto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado que el control de la pandemia en el mundo, haciendo bien las cosas, ocurrirá en el plazo de dos años, subrayan los ex Secretarios de Salud federal.
Juntos acumulan cientos de años de conocimiento y expertise. Bien pueden ser considerados Los Seis Sabios Mexicanos en Salud. Su diagnóstico en el tratamiento del Covid-19 es demoledor:
Ante el rotundo fracaso del primer confinamiento coinciden que no puede descartarse un nuevo confinamiento en el futuro cercano, sea a escala nacional o subnacional, es decir, regionalmente.
Después de cinco meses, los seis ex secretarios de Salud federal señalan las correcciones y los cambios que consideran más importantes y necesarios en la política contra la pandemia.
Recomiendan: La mejor ciencia y los mejores científicos de México contra la pandemia. Prepararse para convivir con el virus durante un largo tiempo. Modificar la directriz “Si te sientes mal, quédate en casa”.
Más allá del sistema de salud: la política y la cooperación gobierno-sociedad. Una vigorosa ley de cuarentena para la coordinación institucional y la disciplina social. Plan nacional de ocho semanas para controlar la pandemia.
Una política económica que haga posible quedarse en casa. La disciplina social determinará (también) el control de la epidemia. Campaña de vacunación extraordinaria contra la influenza estacional. Preparar la logística de vacunación.
Mejorar y unificar la atención a los enfermos. Recolección de la mayor cantidad de datos y de la mejor calidad posible. Hacia una epidemiología de precisión. Encuesta serológica a los mexicanos.
Una vez que hayamos instalado en la conciencia de la sociedad, la extensión temporal del problema, el primer gran cambio le corresponde al gobierno:
La conformación de una base de datos nacional de contagios y de contactos, ubicación e intensidad, en la que se recopile la mayor información posible, fundamento indispensable de las estrategias siguientes.
Esta base de datos debe ser construida por un comité científico, cuya primera tarea sea el ajuste estadístico y científico de las verdaderas cifras de contagios y muertes.
El principio de transparencia y máxima publicidad deben acompañar el proceso; especialmente delicados son los criterios de prioridad acerca de quiénes y por qué les serán aplicadas las vacunas.
Debemos entender que estamos ante una emergencia histórica, que se trata de una guerra a largo plazo, no de semanas, sino de meses y, muy probablemente, años, reconocen los expertos en salud pública, que tanto indignó al Subsecretario Hugo López Gatell y al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Para gestionarla y para que provoque el menor daño humano posible hay que controlarla y luego preparar a la sociedad para convivir con el virus durante un tiempo prolongado.
En resumen: proponen desarrollar un nuevo plan, un segundo intento de control de la pandemia que tome en cuenta su experiencia –aciertos y fracasos– en el tratamiento de la pandemia de la Influenza H1N1, entre otras emergencias sanitarias, y las lecciones del mundo.
Un segundo intento, coordinado y discutido con todos los gobiernos y comandado por el Consejo de Salubridad General, cuyo principio operativo sea la búsqueda de la mejor y mayor información y la convocatoria sincera a la ciencia y un nuevo tipo de disciplina social.
Seguimos en un pasaje de incertidumbre, dolor y miedo. Lo más probable es que esta circunstancia se prolongue. Son tiempos oscuros, a los que sólo podremos gestionar con la razón, reconocen con prudencia y humildad los ex Secretarios de Salud.
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