Elena Poniatowska recibió el Premio Cervantes de manos del rey de España, Juan Carlos de Borbón, quien destacó de la escritora mexicana que su obra “hace que las mujeres se eleven con voz propia y encuentren espacios que por justicia le corresponden”. El acto se realizó en la madrileña Universidad de Alcalá de Henares.
Poniatowska llegó puntual, la acompañaban sus hijos, sus nietos y amigos. Vestida con un traje en rojo y amarillo, curiosamente los colores de la bandera de España, que le regalaron unas indígenas oaxaqueñas y que se ha puesto por cuarta vez, la escritora mencionó a su llegada que se sentía “muy, muy, emocionada”, pero también “nerviosísima”.
En su discurso de recepción del galardón de manos del rey Juan Carlos, la autora de “La noche de Tlatelolco” dijo ser “una Sancho Panza femenina”, una escritora que “no puede hablar de molinos, porque ya no los hay, y en cambio lo hace de los andariegos comunes y corrientes que cargan su bolsa del mandado, su pico o su pala, duermen a la buena ventura y confían en una cronista impulsiva que retiene lo que le cuentan”.
“Niños, mujeres, ancianos, presos, dolientes y estudiantes caminan al lado de esta reportera que busca, como lo pedía María Zambrano, ‘ir más allá de la propia vida, estar en las otras vidas'”, dijo la escritora, quien cumplirá 82 años en mayo.
El rey Juan Carlos destacó que “honramos a Poniatowska por su extraordinaria dedicación al oficio de escritora, por el entusiasmo demostrado en su ejercicio y por la profunda sensibilidad con que ha retratado la realidad mexicana de las últimas décadas”.
Juan Carlos de Borbón aseguró que la vida de Poniatowska “es, de por sí, crisol de lenguas, tradiciones y culturas” y expresó que “el periodismo fue su ventana para conocer el mundo, y parte fundamental de su quehacer literario, aunque no el único”.
Añadió que la humanidad es el centro de gravedad de la obra de la mexicana. “La necesidad de dar voz a los desfavorecidos, de poner en evidencia las contradicciones del progreso, de denunciar la discriminación social y toda clase de injusticias, conforma el espíritu de su producción literaria”.
Agregó que “en suma, los principios que rigen el universo literario de Poniatowska se identifican con los de una cultura democrática, que configura la equidad, la justicia y la libertad con un deseo posible, como un proyecto realizable dedicado a regenerar la humanidad”.
Al tomar la palabra, Poniatowska recordó a Gabriel García Márquez de quien volvió a decir que su obra “le dio alas a América Latina”. Enseguida inició su discurso señalando que es la cuarta mujer que recibe el galardón y habló de Sor Juana Inés de la Cruz que –dijo- “supo desde el primer momento que la única batalla que vale la pena es el conocimiento”.
Recordó a su familia al señalar que “mi madre nunca supo qué país me había regalado cuando llegamos a México, en 1942, en el Márques de Comillas, el barco con el que Gilberto Bosques salvó la vida de tantos republicanos que se refugiaron en México durante el gobierno del general Lázaro Cárdenas”.
Dijo ue cuando llegó de niña a México “mi hermana Kitzia y yo fuimos niñas con un apellido polaco y desde entonces vivimos transfiguradas y nos envuelve entre otras encantaciones, la ilusión de convertir fondos en castillos con rejas doradas”.
Mencionó al México del año 1953, “aparecieron en la ciudad muchos personajes de a pie semejantes a los que don Quijote y su fiel escudero encuentran en su camino, un barbero, una ciudad de cabras”.
La mexicana destacó, asimismo, que “el poder financiero manda no sólo en México sino en el mundo. Los que lo resisten, montados en Rocinante y seguidos por Sancho Panza son cada vez menos. Me enorgullece caminar al lado de los ilusos”.
“Pretendo subir al cielo y regresar con Cervantes de la mano para ayudarlo a repartir, como un escudero femenino, premios a los jóvenes que como yo, hoy, 23 de abril de 2014, día internacional del libro, lleguen a Alcalá de Henares”
Al término de la ceremonia, personalidades e invitados se dirigieron al jardín central de la Universidad donde se sirvió vino y cava, así como algunos canapés.
Además, de los reyes, estuvieron presentes en el evento el presidente de del Gobierno Mariano Rajoy, el ministro de cultura, José Ignacio Wert, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y la alcadesa madrileña, Ana Botella, entre otros.
Ahí en el jardín, Poniatowska volvió a decir que seguía nerviosa. Por la tarde, la escritora estará en el Círculo de Bellas Artes de Madrid donde iniciará la lectura continuada del Quijote, un acto en el que estarán presentes políticos, intelectuales, artistas y ciudadanos de a pie.
EFE