La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) rechazó que el gobierno federal herede al próximo Presidente una deuda excesiva, como acusó el senador del PRI David Penchyna.
El subsecretario de la dependencia federal, Gerardo Rodríguez Regordosa, afirmó que la deuda del país se ha manejado de manera responsable durante los últimos 15 años, después de la crisis de 1994-1995.
Este diario informó ayer que Penchyna alertó que México tiene una deuda por encima de lo recomendado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En entrevista con Excélsior, Rodríguez Regordosa señaló que “claramente en México la deuda está por debajo de esos niveles; pero muy importante: la deuda está contratada a plazos muy largos”.
Expuso que el nivel absoluto de la deuda pública, medido por la deuda del gobierno federal, está “arribita” del 25% del PIB. “Está muy por debajo de las cifras comparables de otros países. El promedio de economías desarrolladas de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) está en niveles más bien cercanos a 100% (del PIB)”.
“Deuda, debajo del estándar mundial” Gerardo Rodríguez Regordosa, subsecretario de Hacienda
Admite que la deuda federal sí creció, pero corrige al senador penchyna, al ubicarla en 26% del pib, y no en 42%, como asegura el priista. Atribuye el alza a la reforma del ISSSTE y otros gastos.
Gerardo Rodríguez Regordosa, subsecretario de Hacienda y Crédito Público, rechazó que el actual gobierno haya endeudado al país de forma irresponsable, como lo señaló ayer el senador priista David Penchyna.
Explicó que la deuda como porcentaje del producto interno bruto (PIB) sí ha tenido un ligero incremento debido a la reforma del ISSSTE, así como por el gasto en el estímulo fiscal del gobierno, que llevaron el endeudamiento del gobierno federal de 18.4 puntos del PIB en 2006 a 26% del PIB actual.
Pero “quitando el incremento por la deuda del ISSSTE y la resultante del estímulo contracíclico, hubiéramos tenido un nivel de endeudamiento relativamente estable como porcentaje de la economía; yo creo que la deuda ha destacado más bien por el buen manejo de los últimos 15 años, después de la crisis de 1994 y 1995”, respondió.
“Y la deuda ampliada, que hoy es 35.77% del PIB, en 2006 estaba en 29.09 puntos del PIB. El saldo de la deuda es aprobada por el Congreso y es baja, ya que ha sido bien manejada y bien gestionada”, precisó Rodríguez Regordosa.
Respondió que para el cierre del año se estima que la deuda cerrará por el mismo nivel que tiene actualmente.
“La historia de la deuda pública en México en los últimos 15 años, sobre todo después del problema de 1994 y 1995, es una gran historia de éxito. Pasamos de no tener siquiera acceso a financiamiento en los mercados a desarrollar un menú muy amplio; para que el gobierno pudiera financiarse en distintos plazos y monedas, además con costos históricamente bajos”, abundó.
El nivel absoluto de la deuda pública medido por la deuda del gobierno federal, arribita de 25 por ciento del PIB, “está muy por debajo de las cifras comparables de otros países. El promedio de economías desarrolladas de la OCDE está en niveles cercanos a 100% (del PIB).
“Son cifras sí de preocupación las de algunos países como Japón, con niveles cercanos a 200 por ciento del PIB; ahí sí las finanzas públicas están en una trayectoria insostenible.
“Aquí en México se ha anclado la posibilidad de crecimiento de la deuda con la aprobación de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria en 2006, que obliga a un presupuesto balanceado”, precisó.
“Aun si uno incrementara el saldo para incorporar todos los componentes fuera de balance que tiene, tanto la deuda del IPAB, como la deuda asociada al rescate carretero, la de las entidades públicas, los Pidiregas, etcétera, llegamos apenas a 35 o 36 puntos del PIB, considerando los componentes no presupuestarios. Y sólo en la parte del gobierno federal estamos en 25 o 26 puntos del PIB. Esta deuda sigue siendo muy por debajo de los estándares internacionales.”
“Disminuyó el costo financiero”
Al preguntársele sobre la afirmación del priista David Penchyna, quien estima que la deuda total, incluida la de organismos bajo control directo presupuestario, representa 42.3% del PIB, respondió que esto estaría incorporado en el saldo histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público, y la cifra oficial de deuda ampliada es de 35.77 por ciento del PIB.
Rodríguez Regordosa explicó que el Fondo Monetario Internacional ha hecho algunos ejercicios de sostenibilidad de deuda en 2011 y 2012 y apunta que hay que tener cuidado cuando la deuda de economías emergentes está por arriba de 60% del PIB, llegando inclusive a cifras de 77% del PIB, y hay que tener cuidado en que la deuda no se ponga en una trayectoria insostenible.
“Claramente en México la deuda está por debajo de esos niveles, pero muy importante: la deuda está contratada a plazos muy largos. El plazo promedio de la deuda interna está a 7.5 años, muy por encima de 6.5 o siete años, que es el promedio de la OCDE, y muy por encima de donde estaba en el año 2000, que era de 1.5 años”, abundó.
“Pero también la deuda está contratada en términos muy convenientes desde el punto de vista de costo. Hemos visto una disminución muy importante en el costo financiero de la deuda pública. El porcentaje de presupuesto que se destina a pagar los intereses de la deuda más o menos se ha reducido a la mitad; de estar en 16% en 2000 estamos alrededor de 7.5% , lo cual quiere decir que hoy se consume la mitad de todo el presupuesto que se destinaba a pagar la deuda, lo cual nos ha permitido liberar recursos para destinarlos a otros programas prioritarios.”
Precisó que la deuda sí se ha incrementado en los últimos años por dos conceptos. Uno es por la reforma al régimen de pensiones de la población afiliada al ISSSTE, que implicó el reconocimiento, por una sola vez, de todos los pasivos pensionarios devengados por 2.4 puntos del PIB que se sumaron al saldo de la deuda del gobierno y también por el estímulo contracíclico que aprobó el Congreso para el Presupuesto 2010 que ha venido disminuyendo desde 0.7% del PIB y estamos en 0.4, con la estrategia de mediano plazo, para que en 2013 ese déficit contracíclico llegue a cero.
“Hoy la deuda pública en México es un elemento más bien de fortaleza en las finanzas públicas y de la política económica, más que un elemento de vulnerabilidad, como lo fue a lo largo de muchos años, sobre todo en los ochenta, que nos llevaron a reestructuras y negociaciones, que concluyeron con el Plan Brady, a finales de los 80”, resaltó.
Por otro lado dijo que la deuda de los estados en general no es un problema ya que representa 2.7% del PIB, salvo en algunos que abusaron y cometieron actos ilegales para elevar la deuda de manera muy acelerada, en donde hay funcionarios estatales prófugos de la justicia, y que algunos funcionarios federales, que coadyuvaron en estas acciones, ya están presos.
Rodríguez Regordosa recomendó que para los próximos años, “lo sano y saludable será mantener la deuda en niveles sostenibles y que no se dispare como porcentaje del PIB.
“De la deuda total del país, 80% son pasivos internos y 20% es deuda externa. Y de la deuda foránea, 80% está contratada en dólares y 20% en otras monedas”, precisó.
Con el agua al cuello
A partir del 17 de agosto pasado, este diario publicó una serie de reportajes que daban cuenta del nivel de las deudas en estados y municipios:
Las crisis financieras municipales empujan a los gobiernos locales a cerrar oficinas de manera temporal, otorgar vacaciones obligatorias a burócratas, dejar de pagar servicios como agua o luz y hasta a vender edificios.
Es el caso del municipio de Mulegé, Baja California Sur, donde su alcalde, Guillermo Santillán Meza, puso a la venta el edificio donde se encontraban las oficinas de la Aduana, Migración y el Juzgado Mixto, en Santa Rosalía, cabecera del municipio.
El ayuntamiento espera obtener 6.5 millones de pesos para pagar salarios a los mil 500 empleados que tiene. Santillán Meza explicó que Mulegé tiene una deuda de 157 millones de pesos.
La deuda de los cinco ayuntamientos de Baja California Sur (Mulegé, Loreto, Comondú, La Paz y Los Cabos) con instituciones públicas, bancos, proveedores y ex trabajadores supera mil 500 millones de pesos.
En Erongarícuaro, Michoacán, se cerraron las oficinas entre el 16 y el 31 de julio de 2012 por falta de recursos.
Asimismo, las oficinas de Yuriria, Guanajuato, no han cerrado porque el gobierno estatal les ofreció 700 mil pesos para cubrir la nómina. Tuvo que despedir a 100 empleados para afrontar la crisis.
En Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, la falta de dinero para comprar combustible obligó a disminuir las horas de los patrullajes policiacos. El 26 de junio, la ciudad se quedó sin efectivos policiacos.
Agencias