El PRI desestimó la urgencia de aprobar la reforma laboral en este periodo legislativo, como plantearon el domingo pasado el gobierno federal y la dirigencia nacional del PAN.
Humberto Moreira, líder nacional priista, consideró que no hay ninguna “justificación clara” para palomear la iniciativa presentada por su propio partido antes de que culmine el periodo ordinario en la Cámara de Diputados, y advirtió que no aceptarán ningún ultimátum para la aprobación de cualquier inciativa.
Durante su conferencia matutina, Moreira dijo que debido a que el PAN se opuso a aprobar la propuesta planteada por el PRI en su momento, se abrieron espacios para discutir más a fondo la reforma en materia laboral. Así, advirtió que ahora no se aprobará nada sin consultar a las partes afectadas.
“Una política así, donde hay cerrazón y no se escucha a otras expresiones, lo único que va a generar son problemas, más problemas en un país donde buscamos la concordia y la armonía. Para los mexicanos no es posible que estemos cerrando las puertas y los oídos a quienes quieren expresar una idea, una propuesta”, señaló.
Incluso reprochó que la postura de los panistas haya sido la de imponer plazos fatales en lugar de abrir posibilidades a un periodo extraordinario.
En tanto, la secretaria general del PRI, Cristina Díaz consideró que a pesar de que la fracción priista había considerado que el dictamen estaba listo, ahora buscarán atender las distintas voces que surgieron expresando inconformidad.
“Ya no podemos tener más gente en la calle gritando y saliendo con voces disonantes porque no han sido escuchados. Creo que si seguimos en ese camino, el gobierno está poniendo en peligro la democracia, y por supuesto, la sociedad, porque entonces tendremos cada día un mayor número de personas manifestándose en las calles por no haber sido escuchados”, señaló Díaz.
Milenio