Cuatro comandantes de la Policía Federal en Ciudad Juárez fueron separados de sus cargos, luego de ser acusados de corrupción por unos 300 agentes federales, quienes se rebelaron por más de 10 horas frente al hotel donde se hospedaban los mandos, a los que sometieron.
Los elementos inconformes reventaron las habitaciones 105, 107 y 132 donde, presuntamente, aseguraron varias armas de fuego (independientes a las asignadas), así como paquetes de droga, y sometieron a los comandantes Salomón Alarcón Olvera, Joel Ortega y Ricardo Duke Chávez.
Durante la manifestación resultaron heridos, por lo menos, 7 agentes federales que se encontraban bajo el mando de los comandantes depuestos, quienes, al igual que los jefes, fueron agredidos a patadas y golpes, y amagados con el corte de cartucho por parte de los elementos inconformes que portaron armas largas y tuvieron su rostro cubierto con pasamontañas.
Otros de los agentes que se hospedan en este hotel optaron por resguardarse en sus habitaciones durante todo el tiempo que duró la rebelión policiaca.
Los hechos iniciaron al filo de las 8:30 de la mañana frente al hotel La Playa, ubicado en la avenida Adolfo López Mateos, entre las calles Hermanos Escobar y Benjamín Franklin.
La inconformidad de los policías federales se derivó de la detención del agente Víctor Dzib, quien fue puesto a disposición de la agencia del Ministerio Público Federal con varios paquetes de mariguana que, presuntamente, le había sembrado el comandante Salomón Alarcón.
Sin embargo, funcionarios de la delegación estatal de la Procuraduría General de la República (PGR), con sede en esta frontera, informaron que dicho agente, detenido el pasado viernes, había acudido un día antes a estas oficinas para denunciar por abuso de autoridad y amenazas de muerte al comandante Alarcón.
“El agente había señalado que el comandante Salomón Alarcón lo había golpeado en una de las habitaciones del hotel, donde incluso, le cortó cartucho en la frente con un arma corta y que lo mantuvo cautivo por más de 48 horas, hasta que logró escapar para presentar la denuncia”, indicaron.
Tras estos hechos, los más de 300 agentes federales exigieron, en principio, la liberación inmediata de su compañero y el cese de los comandantes Alarcón, Ortega y Duke por obligarlos a entregarles una cuota diaria, además de mantener, dijeron, nexos con el crimen organizado.
Asimismo, los acusaron de darles malos tratos. “Nos amenazaron con sembrarnos droga si no cumplíamos con nuestra parte, como fue el caso de nuestro compañero a quien le sembró unos kilos de mariguana para consignarlo a la PGR”, indicaron los inconformes.
La manifestación se prolongó hasta después las 18:00 horas, cuando llegó al lugar Rafael Avilés, inspector de la Policía Federal de la SSP, y ordenó que los jefes señalados por corruptos fueran concentrados en el Centro de Mando para esclarecer los hechos y se comprometió a investigar el caso del agente detenido.
En tanto, el vocero de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, José Ramón Salinas Frías, guardó silencio sobre esta revuelta y la condición laboral de los mandos señalados, así como del personal federal que encabezó esta manifestación y que dejó sin patrullaje una gran parte de la ciudad.
Las autoridades no dieron a conocer el nombre del cuarto comandante que fue cesado.
Cabe destacar que en el estacionamiento del hotel fueron localizados algunos vehículos, presuntamente propiedad de los mandos cesados, los cuales, según los inconformes, los habían obtenido con recursos ilícitos.
Muere unoMientras se desarrollaba la rebelión policiaca, se registró la muerte del agente Federal Luis Osvaldo Soto, luego de que saliera volando de una camioneta oficial de la dependencia que se impactó con otra al ir en persecución de un grupo delictivo.
El agente quedó sin vida en la avenida Adolfo López Mateos e Insurgentes, a un kilómetro de donde se desarrollaba la manifestación de los inconformes, en tanto otros federales siguieron en persecución del grupo armado.
“Al llegar a la calle Río Danubio y Plan de Guadalupe un sujeto quedó sin vida al enfrentarse con los federales”, dijo el vocero de la procuraduría, Carlos González.
Cuartel agitado
La manifestación policiaca se registró en medio del estado de alerta máxima en que se encuentran las corporaciones federales a causa de la inseguridad en Ciudad Juárez.
Antes varios contingentes de agentes federales se habían manifestado por la falta de pago, bonos y otras prestaciones, que incluían el pago de alimentos.
Mientras se aclaran las denuncias contra los cuatro jefes federales, las autoridades advirtieron que también investigarán a otros 25 elementos a su mando.
Milenio