“La destrucción de los muros y puertas de Bab al Aziziya significa que Khadafi está tocado. El K.O. final se lo daremos nosotros, los propios libios“, afirmó Guma al Gamaty, vocero de los rebeldes, en la red de microblogging.
Bab al Aziziya es la residencia oficial de Muammar Khadafi, si bien se desconoce su exacto paradero en estos momentos.
Los medios insurgentes indicaron, asimismo, que en la ciudad de Yefren, al sudoeste de Trípoli, los insurgentes capturaron numerosas armas de las tropas gubernamentales, que quieren usar en el combate por la capital. Además, cuentan con el apoyo a la rebelión en cuatro barrios de Trípoli.
Los opositores afirman que varios hijos de Khadafi han abandonado el país. Al Saadi, un hijo del dirigente, que fue futbolista en Italia, es uno de ellos. La hija de Khadafi -quien denunció a la OTAN ante un Tribunal belga– se encontraría, a su vez, con su familia en un hotel de Marruecos.
El propio Khadafi dio a conocer el martes un breve mensaje tras los intensos bombardeos de la OTAN, en el que afirma que nunca dejará Trípoli, “vivo o muerto”. El vocero gubernamental, Moussa Ibrahim, aseguró que hubo 29 víctimas en los 60 ataques del martes.
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