En las negociaciones para restablecer las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, las desavenencias no se han hecho esperar.
Pese a que en diciembre ambas naciones anunciaron que descongelarían los lazos bilaterales, Washington mantiene desacuerdos con la Isla en materia de democracia, derechos humanos y libertad de expresión, reconoció ayer Roberta Jacobson, subsecretaria para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado.
“Aún se mantienen diferencias significativas entre nuestros dos gobiernos”, declaró ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense, en el marco de una nueva ronda de negociaciones hoy en Washington.
Según la subsecretaria, en los encuentros sostenidos con La Habana ya ha hecho públicas sus preocupaciones y ésto ha producido trabas en el proceso para dejar atrás 54 años de ruptura.
“Aunque hemos hecho muchos progresos en nuestros esfuerzos para restablecer relaciones diplomáticas, aún no llegamos a donde queremos”, expresó.
Asimismo, indicó que la nueva política estadounidense hacia Cuba busca empoderar a los isleños mediante nuevas oportunidades económicas.
Elena Larrinaga, presidenta del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, señaló a REFORMA que dichas declaraciones deben tomarse con cautela.
“Hay que tener cuidado en no dar la sensación de que se le está dando todo al Gobierno cubano a cambio de nada.
“Simplemente, es una cuestión de justicia que se debe exigir a Cuba para que el país avance”, dijo.
Lo anterior, destacó, pues, si se quieren dar nuevas opciones a los cubanos, primero hay que fortalecer sus libertades.
“Si una sociedad no tiene derechos u oportunidades y si el Gobierno (cubano) no cambia sus políticas, entonces la sociedad no podrá ser ni fuerte, ni estable, ni capaz.
“Y, si esto sucede, el país no podrá tener un crecimiento sostenible y equitativo”, precisó Larrinaga.
Hoy, delegaciones encabezadas por Jacobson y Josefina Vidal, directora para Estados Unidos de la Cancillería isleña, sostendrán una cuarta reunión para resolver los temas pendientes y explorar los términos para reabrir las Embajadas en La Habana y Washington.
Ayer, Jacobson señaló que la legación estadounidense probablemente funcionará con controles a viajes del personal y restricciones similares a las que tienen diplomáticos estadounidenses en otros países con gobiernos autoritarios.
Por lo pronto, el martes ya hubo un avance en cuanto a la misión diplomática pues Cuba logró, después de más de un año, conseguir una cuenta bancaria para manejar sus operaciones. Según una fuente, se trata del banco Stonegate de Florida.
Con un obstáculo más eliminado en el camino, Larrinaga está convencida de la pronta restauración de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
“Yo creo que el proceso que se ha abierto es imparable”, apuntó.
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