En 1925 Hellen Keller habló de las dificultades que debía afrontar a diario a causa de su ceguera. En 1930, el presidente del Club de Leones de Illinois propuso un bastón blanco con extremo inferior rojo para uso de los discapacitados visuales a fin de que se les otorgara prioridad de paso.
Años más tarde, en 1964, se instituyó el 15 de octubre como el Día Mundial del Bastón Blanco.
Hoy Mané Sánchez Cámara, esposa y compañera de lucha del gobernador electo, Gabino Cué, se pone al lado de David Alejandro Velasco Gutiérrez, Asesor Estatal del área de ciegos de la unidad de orientación de Educación Especial del IEEPO, y lo guía mientras él se apoya en su bastón blanco.
Pero luego Mané decide invertir la situación: se coloca un antifaz oscuro, toma el bastón y comienza a caminar apoyada por David. Un mundo negro se vuelca frente a ella, es otra perspectiva, otra, totalmente, la sensación.
Inicia luego un recorrido que seguramente para ellos puede ser usual, pero no para Mané.
Suben enseguida a un autobús, bajan por el centro histórico, caminan por la calle Independencia en medio de tropiezos, hallando un sinfín de obstáculos. No obstante la guía de David Alejandro, le recuerda que todas esas dificultades son las que pasa cotidianamente un débil visual.
Jardineras, ventanas con rejas que sobresalen de las paredes, el sube y baja de las aceras, lastiman a Mané y con ello se percata del difícil mundo de la oscuridad visual, de la falta de apoyo en lugares públicos para los ciegos.
Luego en entrevista resume en dos palabras el fruto de su experiencia: “mis respetos”, dice en alusión al carácter, a la reciedumbre de quienes se tienen que enfrentar diariamente a un mundo hecho para los que tienen todos sus sentidos completos.
Por eso, agrega Mané Sánchez Cámara, es importante que la sociedad sea más sensible al tema, y agrega convencida: “con el próximo gobierno debemos trabajar para ayudar a hacer más fácil su vida, hay mucho que hacer junto a ellos”.
Una forma distinta de celebrar el día del Bastón Blanco, una manera de acercarse a la realidad de lo diverso, sin duda.