Crema y nata de la política nacional, los encumbrados, los hombres y mujeres que deciden en y por nuestro país. No eran todos los que estaban ni estaban todos los que son. Pero ahí estaban.
El momento tan esperado había llegado. Luego de seis años de espera Gabino Cué Monteagudo tomaría posesión en su cargo como Gobernador Constitucional del Estado Libre y Soberano de Oaxaca.
Desde las nueve de la mañana del histórico 1 de diciembre el Recinto Legislativo de San Raymundo Jalpan permanecía sitiado. Afuera centenares de manifestantes gritaban consignas; los integrantes del Movimiento Unificador de Lucha Triqui (MULT) exigían el esclarecimiento al asesinato de su líder Heriberto Pazos, los maestros clamaban justicia y otros tantos que solo hacían bulto.
Políticos de todas las fracciones partidistas arribaban al Congreso Local, algunos ignorados por los manifestantes ante el desconocimiento de su “nombre y cargo” y otros bien identificados. Al lugar arribaban los legisladores priistas Adolfo Toledo Infanzón, Manuel De Esesarte Pesqueira y Eliodoro Díaz Ezcárraga que fueron recibidos por maestros de la Sección 22 con la consigna “Aquí están, ellos son, los que roban a la nación”, al parecer los conocían bien.
Pronto arribaron Rigoberta Menchú, la Premio Nobel de la Paz; el ex secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda; el ex gobernador y ex diputado federal panista, Diódoro Carrasco Altamirano; el dirigente perredista Jesús Ortega, su compañero Graco Ramírez; el ex gobernador de Veracruz Dante Delgado; Leonel Godoy y Manuel Camacho Solís.
Con paso cansado, también pasaron lista de presentes los ex mandatarios priistas Jesús Martínez Álvarez, Heladio Ramírez López y Pedro Vásquez Colmenares. Los grandes ausentes: José Murat Casab y el saliente Ulises Ruiz Ortiz, el que entregó la plaza a los “montoneros” de la coalición.
También presentes los diputados federales Arturo Sánchez, Luis Galván, Fernando Ríos, Alejandro Osorno y el Senador Ernesto Alcázar Islas, así como Paulina Samaniego.
El Reality Show o “fiesta de la democracia” daba inicio. La mesa estaba servida y los platos puestos; los invitados se encontraban a la espera de ovacionar al próximo Rey, así iniciaba el acto solemne de la toma de protesta de Gabino Cué Monteagudo como gobernador histórico de Oaxaca.
Ahí estaba por fin Cué Monteagudo que hablaba de cambio, de esperanza y de honrar la confianza; para “gobernar obedeciendo”, en presencia de Héctor Anuar Mafud, Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado; el secretario de Gobernación Francisco Blake Mora en representación del presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Medios de comunicación nacionales y locales se daban a la tarea de no perder detalle del nuevo mandatario.
Y mientras Cué Monteagudo hablaba de cambios y de progresos, sus empleados de prensa hacían remarcadas discriminaciones hacia los periodistas locales, vistos como insignificantes.
De pronto, entre los representantes de los medios se oía: “¡Oaxaca no ha cambiado sigue siendo lo mismo!”, ante el selectivo y hasta discriminatorio trato de los organizadores con los medios de comunicación provincianos.
Pronto, Gabino pondría las reglas, haciendo una exigencia a los trabajadores de la Educación quienes en el día histórico habían decidido bloquear el acceso al Congreso Local; a ellos les pedía una decidida participación y para lograrla solicitaba, casi imploraba que los niños y jóvenes no perdieran un día más de clases.
Con camisa blanca y traje negro, Gabino Cué Monteagudo inició sus seis años de gloria y fama ante un mar de políticos y figuras de la socia lite requeridas a este evento, estaba ahora como no lo pudo estar hace seis años.
Gobernador habemus, decía Oaxaca, habemus cambio, paz y progreso…. Oaxaca espera que este sueño sea realidad.