Decenas de fieles abarrotaron la mañana de este domingo la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, al ser reabierta al público, luego de que fue cerrada el pasado miércoles 6 de julio debido a las amenazas de muerte que recibió el sacerdote Lázaro Peña Vásquez.
La parroquia se localiza en la unidad habitacional Infonavit Primero de Mayo, al norte de la ciudad capital, y padece desde hace más de tres años la indolencia de las autoridades municipales, pues un particular edificó una casa de dos plantas sin permiso alguno, junto al templo.
Ello derivó en serios daños al inmueble de la feligresía católica, como la cancelación de servicios de agua y drenaje, además de bloquear los ventanales de la iglesia.
Desde el año 2008, Mario López Arenas comenzó a ampliar su casa junto a la iglesia, pero abarcó áreas verdes que pertenecen a la unidad habitacional; sin importarle nada, bloqueó con la obra diversos servicios básicos, incluyendo los ventanales.
Desde entonces los vecinos de la zona han acudido al ayuntamiento de Oaxaca de Juárez para insistir en que se demuela la obra, pero sus gestiones no han fructificado, porque el dueño de la casa presume influencias en el municipio.
Durante la gestión del ahora diputado José Antonio Hernández Fraguas, se inició el procedimiento de demolición, pero cuando el dictamen iba a pasar a Cabildo, a finales del 2010, extrañamente desapareció el expediente 4159, por lo que la actual administración de Luis Ugargechea inició de nuevo los trámites; y a más de medio año, aún no se tienen resultados.
La noche del martes pasado, Mario López, quien ha seguido edificando a pesar de los sellos de clausura, enfrentó al párroco Lázaro Peña y le lanzó insultos y amenazas de muerte, por la queja que han interpuesto en su contra.
Ante ello, el miércoles los feligreses decidieron cerrar las puertas de la iglesia. La noche del sábado, tras una larga reunión con autoridades eclesiásticas, entre ellas el padre Wilfrido Mayrén, apoderado legal de la Arquidiócesis, decidieron reabrir las puertas.
Este domingo aproximadamente a las 8:30 se abrió la iglesia y media hora después, el sacerdote presidió una misa en la que por lo menos una docena de niños y niñas realizaron su primera comunión.
Agencia JM
