El Senado analiza un primer diseño de Presupuesto para el 2016, que contempla un incremento del 6 por ciento en las asignaciones a los grupos parlamentarios.
En el caso de las subvenciones, de aprobarse el aumento, la partida pasaría de mil 228.22 millones de pesos, a mil 301.91 millones de pesos.
Ese monto representa un incremento del 23 por ciento en relación a las asignaciones del 2012, año en el que inició esta Legislatura.
El proyecto, elaborado por las áreas administrativas de la Cámara alta, también propone un aumento de entre el 6 y el 8 por ciento al Capítulo 1000 de Servicios Personales.
Esa partida corresponde al pago de dietas de los 128 senadores, sueldos y salarios de servidores públicos de mando, trabajadores sindicalizados, de confianza, servicio civil de carrera, secretarios técnicos y asesores.
Aunque la propuesta aún deberá discutirse por los integrantes de la Comisión de Administración, la Mesa Directiva y la Junta de Coordinación Política del Senado tendrán la última palabra para decidir si aumentarán los recursos.
El senador Jorge Lavalle, integrante de la Comisión de Administración, explicó que a pesar de los incrementos planteados en el anteproyecto, el monto global del gasto para el próximo año podría ser menor en términos reales.
Explicó que la intención de la Cámara alta es que el presupuesto sólo aumente en un 3.8 por ciento, es decir, apenas por debajo del índice inflacionario.
“El criterio que se pretende aplicar es que no exista un incremento en términos reales. Todo el gasto tendría un crecimiento por debajo del 4 por ciento de la inflación, lo que implicaría una reducción real del presupuesto”, afirmó.
“Existe apenas una propuesta de las áreas administrativas del Senado en las que se contemplan aumentos en Servicios Personales y las Asignaciones a Grupos Parlamentarios, pero la decisión final en esas partidas será tomada en la Junta de Coordinación”.
Por otro lado, a pesar del rediseño anunciado por el Ejecutivo al gasto federal, los legisladores no tienen programado emular la revisión con un presupuesto base cero.
Aunque están dispuestos a realizar ahorros para que no aumente el monto total del gasto, no habrá una reestructuración de las partidas.
“Lo que debe hacer el Senado es hacer más con menos, hacer más eficiente el ejercicio del gasto”, manifestó el senador perredista Armando Ríos Piter.
Senadores reconocieron que la discrecionalidad con la que se ejerce el gasto de las asignaciones a las bancadas debe terminar.
Confiaron en que la entrada en vigor de la nueva Ley General de Transparencia obligue a homologar los criterios sobre el destino que se da a las subvenciones.
“Debemos cumplir con la ley, homologar los criterios de contabilidad y clasificar el gasto para que se transparente”, aseguró el panista Juan Carlos Romero Hicks.
Ríos Piter indicó que la discrecionalidad provoca tratos de primera y de segunda a los legisladores.
Raquel Jiménez, diputada del PAN, presentó un punto de acuerdo para que las cámaras informen sobre las bolsas millonarias que se han entregado durante a la Legislatura a las bancadas.
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