* Pinta de cuerpo entero la crisis en el sector salud el hecho de que, otra vez, una mujer indígena pariera a su bebé en el sanitario del hospital de San Juan Bautista Tuxtepec, por presunta negligencia médica.
* En última instancia, la legalmente responsable es la titular de los SSO, Alma Velasco, sin embargo, nadie ignora que el poder detrás del trono es Octavio Torres, poderoso responsable del manejo del dinero.
Uno de los mayores problemas que enfrentan los gobernantes de los tres órdenes de gobierno es ser traicionados por el afecto a sus amigos y compadres o, peor todavía, a sus socios y cómplices.
Esta situación provoca, al mismo tiempo, la inicial deslealtad hasta llevar a la traición y sabotaje a los programas y acciones de gobierno del jefe y amigo que les dio oportunidad de servir al pueblo.
Así, en salud se presenta saldo negativo por el colapso del sector, con hospitales y clínicas sin equipo, medicamentos, insumos y personal, sobre todo, en el Hospital Dr. Aurelio Valdivieso.
El problema se amplía y hace extensivo a todas las áreas de los Servicios de Salud y de la Secretaría de Salud de Oaxaca, como resultado de la ineptitud y evidente corrupción a la vista de todos.
Y ello tiene lugar, a pesar de los esfuerzos titánicos del gobernador Salomón Jara por hacer de la atención a la salud de los oaxaqueños su programa de trabajo estrella durante su gobierno.
Pinta de cuerpo entero la crisis en salud el hecho de que, otra vez, una mujer indígena pariera a su bebé en el sanitario del hospital de San Juan Bautista Tuxtepec, por presunta negligencia médica.
La familia de la joven indígena chinanteca demandó la intervención de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), que investiga la probable negligencia médica.
Como siempre ocurre, la Secretaría de Salud negó a priori, sin investigar, la posible negligencia e informó que el bebé pesó dos kilos y se encuentra en condición estable, al igual que la madre.
En tales condiciones, obligado es preguntar públicamente: ¿Quién se atreve a traicionar y sabotear el trabajo del Gobernador Salomón Jara en los Servicios de Salud y en la Secretaría de Salud?
En última instancia, la responsable es la titular de los SSO, Alma Velasco; sin embargo, nadie ignora que el poder detrás del trono es Octavio Torres, poderoso responsable del manejo del dinero.
A punto de concluir el primer año de gobierno de la Primera Transformación en la Primavera Oaxaqueña, de manera objetiva el saldo es negativo por los escasos resultados obtenidos.
Diez largos meses son tiempo más que suficiente para evaluar la pública y notoria falta de resultados en el desempeño de la mayoría de los integrantes del gabinete legal y ampliado.
Sonó la hora de que el Gobernador Salomón Jara dé un manotazo en el escritorio y un golpe de timón que lleve a cesar y consignar, en su caso, a la mayoría de colaboradores ineptos y corruptos.
Basta hacer un breve recuento para mostrar que Oaxaca enfrenta una grave crisis en materia de inseguridad y violencia, con más de 600 asesinatos y 65 feminicidios en lo que va del año 2023.
Después de casi un año, persiste la falta de solución a la crisis de la basura provocada al cerrar el tiradero, por consigna política, por el edil de Zaachila contra su homólogo de la capital oaxaqueña.
Como resultado de la propia ineptitud del Ayuntamiento del Municipio capitalino, se han gastado 150 millones de pesos en trasladar la basura a Orizaba, Veracruz, lo que no ha resuelto la crisis.
Por falta de consulta por soberbia del responsable de la política interior y de la gobernabilidad, no se ha logrado instalar el Centro Integral de Revalorización de Residuos Sólidos Urbanos (CIRRSU).
El mismo resultado negativo se da, por las permanentes quejas, críticas y denuncias en materia de abasto de agua, al igual que en educación, con conflictos en el COBAO, el IEBO y la UTVCO.
A ello se suman los bloqueos de calles y carreteras y toma de la caseta de peaje de CAPUFE en Huitzo por la falta de operación política con visión y sensibilidad y, sobre todo, por soberbia.
Es por demás público y notorio que la Jefatura de Gabinete convertida en supersecretaría no está funcionando de manera eficaz y eficiente, al igual que ocurre con la Secretaría de Gobierno.
La descoordinación y supervisión del Jefe de Gabinete con las dependencias, órganos autónomos, Poderes Legislativo y Judicial, provoca ingobernabilidad y falta de paz social por la violencia.
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