Rimsha Masih, la niña cristiana paquistaní de 13 años con Síndrome de Down y acusada de profanar el Corán al quemar varias de sus páginas, lo que avivó las tensiones religiosas en Pakistán, abandonó ayer la prisión después de 24 días de estar recluida, informaron fuentes del gobierno al indicar que la menor “fue trasladada en helicóptero hacia un lugar donde descansará con su familia”, declaró Paul Bhatti, ministro de la Harmonia Nacional, responsable de las relaciones entre la mayoría musulmana y los credos minoritarios.
Con el rostro oculto con una bufanda verde, Rimsha fue trasladada de la cárcel de Rawalpindi, primero por un vehículo blindado y luego en helicóptero militar a un lugar desconocido, luego de que un juez le concedió el viernes la libertad bajo el pago de una fianza de 10 mil 500 dólares.
ASUSTADA. El helicóptero de la fuerza aérea permitió ver por un momento a la niña de 13 años. Parecía triste y asustada. Un hombre que fue a la cárcel para recoger a Rimsha dijo a la cadena CNN que estaba llorando.
El juez Muhammad Azam Khan ordenó la liberación Rimsha después de escuchar los argumentos de ambas partes. Su abogado, Pervez Khan, sostuvo que debía ser liberada en razón de que ella era una niña inocente cuyo nivel de inteligencia es bajo para su edad.
Khan dijo que la niña fue acusada por un clérigo musulmán que plantó evidencia en su contra.
CASTIGO. El abogado del clérigo dijo que Rimsha había quemado páginas del Corán y que debía ser castigada sin importar su edad. La blasfemia tiene pena de muerte en Pakistán.
La familia de Rimsha huyó de su casa en las afueras de Islamabad por temor a represalias. Amnistía Internacional dijo que cientos de cristianos han abandonado ese vecindario desde que fue acusada.
Rimsha y su madre fueron detenidas el pasado 16 de agosto después de que un vecino la acusó de quemar páginas del Corán (libro sagrado musulmán), lo que desató la furia de turbas afuera de su casa en Islamabad.
Agencias