* Mano negra en invasión de ambulantes de UACOL-APPO en las calles del Centro Histórico
* Toño, se ganó a pulso la amistad y confianza de Alejandro Murat, pero no del gabinete legal.
(A don Pepe Gómez Velásquez, a sus hijos, familiares y amigos por el sensible fallecimiento de su amada esposa Mercedes Migoya. A nombre propio y de mi familia les expresamos nuestro más sentido pésame)
(Al licenciado Pedro Celestino Guzmán Rodríguez, a sus hermanos, familiares y amigos, por la irreparable pérdida de su señora madre Juanita Rodríguez. Un abrazo solidario en estos momentos difíciles. ¡Descanse en paz!)
Aun cuando frecuentemente se olvida por los gobernantes, es una verdad de Perogrullo, -por sabida y conocida, que resulta tonto decirla-, sin gobernanza no hay gobernabilidad ni viceversa.
No obstante que, una y otra vez, se niega de manera más que insistente a nivel oficial que Oaxaca está en paz y trabajando, lo cierto es que cada día falta más gobernanza y gobernabilidad.
Y no hay gobernanza en el Gobierno del Estado de Oaxaca porque no hay ni siquiera papel para copias ni tóner en las diversas secretarías de despacho y sus numerosas dependencias auxiliares.
Tampoco hay trayectoria y expertise en la mayoría de los funcionarios de los gabinetes legal y ampliado, mucho menos hay visión y sensibilidad para atender con timing y feeling los problemas.
Como es lógico y natural, el desenlace no puede ser otro que la pública y notoria creciente falta de gobernabilidad. Con mayor razón, al no existir Agenda de Riesgos ni atender los conflictos in situ.
En algunos casos, los menos, por estupidez, se dejan estallar los conflictos con movilizaciones en la capital oaxaqueña. En otros, de muy mala leche, se deja hacer y pasar, por los responsables.
Hasta la terminación del trienio municipal pasado, los chantajes de los grupos de presión estaban calendarizados. Javier Villacaña sabía, por tanto, en qué época enfrentar las embestidas políticas.
El mismo ritmo de las movilizaciones enfrentaba el Gobierno del Estado. Sin embargo, el estado de cosas ha cambiado radicalmente para mal. Hoy las marchas, plantones y bloqueos, son cotidianos.
Claro, los tiempos han cambiado. Y las diferencias son substanciales, José Javier contaba con el apoyo absoluto del gobernador Gabino Cué. Toño Hernández Fraguas vive en la incertidumbre.
Ni bien José Antonio Hernández Fraguas sale bien librado de una embestida, tiene que enfrentar otra u otros. Sin olvidar, desde luego, las campañas de ataques personales en su contra en redes.
Ora se trata de las tomas del tiradero municipal a cielo abierto, con molestias y protestas en los 22 municipios de la zona metropolitana. En varias ocasiones la capital se ha convertido en muladar
Ora son varias organizaciones sociales que exigen atención a sus demandas, las menos justificadas. Movilizaciones a las que suman los bloqueos de los transportistas en permanente lucha a muerte.
El mayor problema lo representa, desde luego, la invasión creciente de vendedores ambulantes en las calles del Centro Histórico por la Unión de Artesanos y Comerciantes Oaxaqueños en Lucha.
Sin embargo, los dirigentes de UACOL forman parte de una jauría que tiene dueño. Es un grupo de presión y chantaje amparado en la rediviva Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO).
Y son precisamente estas complicidades las que conducen a la mano negra que mece la cuna de la violencia e ingobernabilidad en Oaxaca, estado y ciudad capital: Don Flavio Sosa Villavicencio.
¿La pregunta es de qué establo es el fierro que trae el frustrado poeta que se inspira en los tables dances? A quienes vemos proliferar los grupos de presión desde los 70, es muy claro el origen.
Es innegable que, a pesar de la diferencia de edad, Toño, se ganó a pulso la amistad y confianza de Alejandro Murat. Pero es evidente que no es santo de la devoción de miembros del gabinete legal.
Seguramente no faltan “amigos” de Toño que alienten intrigas palaciegas entre él y el Gobierno del Estado, por lo que tal vez dude algunas veces si realmente cuenta o no con el apoyo de Murat.
Y no nos referimos única y exclusivamente a las públicas y notorias diferencias con su antecesor, a quien incluso le ligan relaciones familiares. El odio entre ambos es inexplicablemente irracional.
Hasta donde sabemos, amén que es público, ni uno ni otro han faltado al respeto a sus esposas. Tampoco han asesinado a alguno de sus hijos, ni mucho menos violado a alguna de sus hijas.
Estos atentados a la vida y a la dignidad, sí son imperdonables, además que son ofensas al honor muy graves que solo se lavan con sangre. Pero en este caso solo ellos saben de qué se trata.
Difícil abordar un asunto tan espinoso, máxime cuando como en nuestro caso, ambos son amigos de toda la vida, a los que estimamos y respetamos. Racionalmente nos duele su álgido conflicto.
No obstante, ésta no es una columna rosa dedicada a los chismes del corazón. Obligado es preguntar, entonces, por si alguien lo sabe, qué se comió José Antonio Hernández Fraguas.
Porque al margen de sus conflictos familiares, es inocultable que el saliente presidente municipal de la capital oaxaqueña estorba a alguien. Es más, ha estorbado desde su destape y elección.
Aunque no es del todo real, no faltan quienes en el Gobierno de Alejandro Murat grillan para convencer a Murat que Toño trae en las ancas el fierro de Diódoro Carrasco y de Gabino Cué.
Hay elementos de juicio que parecieran fortalecer estas intrigas palaciegas, debido a algunos controvertidos nombramientos de gabinistas en el Ayuntamiento como el de Jorge Carbonell.
El ex subsecretario y ex Director de Egresos de Finanzas en el gobierno de Gabino Cué, hoy prófugo por rata, fue Tesorero del Ayuntamiento capitalino, lo que generó muchas críticas a Toño.
Otra razón quizás sea que, con otros integrantes de la vieja clase política, Toño representaba la avanzada a la candidatura presidencial del ex secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio.
Otra razón más, de no menor peso, puede ser su oposición a la candidatura del gobernador Alejandro Murat. Empero para éste, con madurez y sensibilidad, ello quedó en el pasado.
La relación cordial y respetuosa que el alcalde capitalino mantiene con los dirigentes, militantes y el candidato triunfante en la alcaldía, Oswaldo García Jarquín, también le genera más intrigas.
Ciertamente, por supuesto, que los crasos errores de los amigos y colaboradores de Toño Hernández Fraguas son hábilmente aprovechados por sus numerosos enemigos y adversarios.
Una mayúscula estupidez es la realizada por la ulisista Judith María del Carmen Álvarez Candiani, Directora General de Administración, al reducir el horario en el Observatorio Astronómico.
Sin el menor conocimiento de astronomía, llevada de su soberbia, a la señora se le ocurrió fijar de 3 de la tarde a 9 de la noche el horario de servicio en el Observatorio Astronómico Municipal.
Según los expertos en materia astronómica, es hasta después de las 9 de la noche, cuando es posible tener mayor y mejor observación de los fenómenos astronómicos por la oscuridad.
@efektoaguila