A unos días de que inicie un nuevo gobierno, uno más en la historia de Oaxaca, la mayor parte de la población, estoy seguro, aguarda a que las promesas ofrecidas en la pasada campaña electoral del gobernador electo, Alejandro Murat Hinojosa, sean cumplidas; no más pero no menos. Aunque pueden surgir emergencias en las que la capacidad del gobernante deba actuar con habilidad a fin de implementar acciones paralelas a las necesidades de los acontecimientos.
En tal virtud, las administraciones gubernamentales que se inician, por lo general, se dan a la tarea de actualizar la administración pública vigente a efecto de priorizar necesidades que urgen a las poblaciones. De allí que la nueva administración, que en breve se iniciará, está obligada a tener una administración flexible, moderna, dinámica y, sobre todo, altamente calificada, porque la Oaxaca del presente es más exigente, tiene más necesidades y prioridades que ya no pueden esperar, como lo es el establecer de fondo y forma un estado de cosas pacífico y seguro que permita el funcionamiento del comercio, la economía y la educación permanente, sin interrupciones como las padecidas no hace mucho tiempo.
La tarea de la nueva administración gubernamental es un reto que implica lograr un óptimo desarrollo de las instituciones deterioradas debido a los diferendos políticos existentes entre los grupos de poder, de interés y partidos políticos. Hacer esto requiere de un constante análisis de la organización y los sistemas de administración pública estatal, si es que se desea eficacia en la tarea de gobernar.
Por tales motivos y razones las acciones del poder ejecutivo del nuevo gobierno del estado están llamadas primero, a consolidar un estado de tranquilidad, de armonía y paz social, la cual y por ahora, está amarrada con nudos muy sensibles, principalmente atados con prebendas que, dentro de breve tiempo, reclamarán ser renovadas.
El nuevo gobierno habrá de enfrentar desafíos que exigirá el nuevo contexto internacional al producirse, dentro de un plazo muy corto, cambios en la relación política con los Estados Unidos, la cual reclamará nuevas y firmes acciones del gobierno para enfrentar los obstáculos que surgirán en la economía, en el comercio, en el turismo, en las exportaciones, en fin…
Es por ello, que los abundantes recursos naturales de Oaxaca; la producción de alimentos; el turismo; las bellas artes y el cese de la violencia, deberán ser temas que tengan prioridad en la planeación de programas de promoción para el fomento del desarrollo económico de Oaxaca.
En consecuencia, en momentos difíciles de las economías de los estados de la república; Oaxaca y su nuevo gobierno están obligados a promover más, mucho más, la pequeña y mediana industria, orientando las ayudas y apoyos de la federación para ir desarrollando infraestructuras en el presente necesarias e ir instalando corredores y parques industriales. Recursos presupuestales aumentados en más de 3 mil millones los hay. De manera que excusas no podrían aceptarse.
Otras obras reclaman prioridad como son las de infraestructura de las carreteras no terminadas, como la del Istmo, por ejemplo; vías de comunicación vitales para facilitar y agilizar los sistemas de abastecimiento de artículos básicos y, consecuentemente, facilitar el acceso a las escuelas, a los hospitales y demás servicios de seguridad social.
Por otro lado, es posible que México tenga que enfrentar deportaciones masivas de 3 millones de paisanos que viven en los Estados Unidos sin documentos que justifiquen y validen su estancia en aquel país; debido a ello, es posible también, que miles de nuestros paisanos oaxaqueños regresen al estado por lo que se deberá estar preparado para fomentar programas y actividades dirigidas a la creación de nuevos empleos en sectores y ramas de productividad que brinden mayores perspectivas en corto tiempo como, la frutícola, la agroindustria forestal, la ganadera, el turismo en las zonas de playas y arqueológicas, la pesca y la minería. La participación de la iniciativa privada como las formas comunitarias de ayuda mutua (tequio) son bases para los desafíos que el futuro depara al nuevo gobierno y a su pueblo; desafíos que requieren, sobre todo, unidad en momentos cruciales para México.
Muchas y variadas acciones esperamos del nuevo gobierno y en un inicio habremos de saber el programa de gobierno para Oaxaca, con el cual esperamos coincidir.
Off the record: Lamentable el artero asesinato del Profesor, Alfredo Benítez Toledo, el martes pasado en El Espinal. A sus deudos nuestros solidarios pésame. Descanse en paz.
Se dice leer, no ler. Felicidades Andrea. Cuando se es pequeña la gran virtud es decir la verdad sin importar quien sea.
Otra ocurrencia del magnate, quiere trabajar en la Torre Trump y no en la Casa Blanca. El “Servicio Secreto” Estadounidense sin entender lo que está ocurriendo.
Apanicados varios comentaristas y analistas de noticieros y talk-shows nocturnos de la televisión mexicana. Lo peor es que sus miedos los contagian a televidentes frágiles.
El gobierno mexicano se está preparando para los desafíos de la nueva era de las relaciones internacionales. Pero el miedo no es buen consejero, por el contrario, achica los espíritus y las acciones. Si es la hora de luchar hay que hacerlo y no estar lloriqueando.
Twitter: @luis_murat