El presidente de Rusia, Vladirmir Putin, ha dicho que no descarta apoyar una intervención militar en Siria amparada por Naciones Unidas, si hay pruebas objetivas de que el Gobierno de Bashar al Assad usó armas químicas contra su propio pueblo.
En una entrevista concedida a la agencia de noticias estadounidense Associated Press (AP) y a la televisión rusa First Channel, Putin ha calificado de “ridícula” la teoría de que las fuerzas gubernamentales han usado armas químicas al considerar que no lo necesitan porque los rebeldes están acorralados.
“Desde nuestro punto de vista, resulta absolutamente absurdo que las Fuerzas Armadas regulares, que están en plena ofensiva y que en algunas zonas han acorralado a los rebeldes y están acabando con ellos, hayan empezado a usar armas químicas prohibidas cuando saben muy bien que serviría de pretexto para aplicar sanciones, incluido el uso de la fuerza”, ha explicado.
A pesar de ello, ha asegurado que “si hay cualquier dato de que se han usado armas químicas y, específicamente, de que se han usado por parte de las Fuerzas Armadas regulares” no descarta apoyar una intervención militar en Siria.
Si bien, ha matizado que “las pruebas tendrían que ser sometidas al juicio del Consejo de Seguridad y deberían ser convincentes, es decir, que no estén basadas en rumores o en información obtenida por los servicios especiales mediante algún tipo de espionaje”.
Interrogado sobre qué tipo de prueba convencería a Rusia de que el régimen de Al Assad ha usado armas químicas, ha detallado que “deberían ser pruebas específicas y profundas que contengan evidencias que sean obvias, que demuestren más allá de toda duda quién lo hizo”.
Putin ha subrayado que incluso en Estados Unidos “hay expertos que creen que las evidencias presentadas por el Gobierno no son convincentes y que no excluyen la posibilidad de la oposición llevara a cabo acciones premeditadas para dar a sus patrocinadores un pretexto para una intervención militar”.
A este respecto, ha recordado que, a pesar de que las evidencias presentadas por el Gobierno de George W. Bush sobre las armas de destrucción masiva del régimen de Sadam Husein “eran insostenibles, sirvieron para lanzar una acción militar en Irak”. “¿Acaso nos hemos olvidado de eso?”, ha cuestionado.
ADVERTENCIA A EEUU
Así, ha advertido enérgicamente a Estados Unidos en contra de intervenir militarmente en Siria sin la autorización de Naciones Unidas, subrayando que sería una “agresión” y ha recordado que Rusia puede vetar las resoluciones del Consejo de Seguridad.
Preguntado sobre la respuesta de Rusia a una intervención militar de Estados Unidos, ha considerado que todavía es “demasiado pronto” para definirla. No obstante, ha revelado que “tenemos nuestras ideas sobre lo que haríamos y cómo lo haríamos”.
En concreto, ha indicado que los misiles S-300 del sistema de defensa aéreo ruso son “un arma muy eficiente” y ha apuntado que el Kremlin tiene un contrato para su envío a Siria. “Hemos suministrado algunos componentes, pero la entrega no se ha completado. La hemos suspendido por ahora”, ha dicho.
Putin ha adelantado que, “si Rusia ve que se dan pasos que violan las actuales normas internacionales, pensará en cómo actuar en el futuro”. “En particular, en relación a la entrega de estas armas a ciertas regiones del mundo”, ha zanjado.
ESCALADA DE TENSIÓN
Debido al bloqueo en el Consejo de Seguridad, máximo órgano ejecutivo de Naciones Unidas, Estados Unidos y sus aliados han comenzado a plantearse la posibilidad de intervenir militarmente en Siria sin el visto bueno de la organización internacional.
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha enviado un proyecto de ley al Congreso para recabar su apoyo a una intervención militar en Siria con el fin de “disuadir, interrumpir, prevenir y rebajar” potenciales ataques químicos.
De momento, Estados Unidos solamente cuenta con el apoyo expreso de Francia, cuyo presidente, François Hollande, ha expresado su disposición a formar parte de una “amplia coalición internacional” para evitar que la “masacre química” en Siria quede impune.
En cambio, Reino Unido ha descartado su participación en una eventual intervención militar en Siria tras el rechazo de la Cámara de los Comunes –con una mayoría de 13 votos– a la propuesta del Gobierno de David Cameron en este sentido.
ATAQUE QUÍMICO
Las alarmas saltaron el pasado 21 de agosto, cuando las tropas gubernamentales lanzaron un ataque químico sobre Damasco dejando cientos de muertos y miles de afectado, según han denunciado activistas y opositores.
Este supuesto ataque químico ha activado el engranaje de la política internacional permitiendo que, tras meses de espera, finalmente un grupo de expertos de Naciones Unidas llegara a Siria para investigar estas denuncias sobre el terreno.
El Gobierno sirio ha dado su visto bueno, permitiendo el acceso irrestricto de los expertos de la ONU a todo el territorio, a pesar de que hasta ahora se había negado a que investigaran también las denuncias de la oposición.
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, ha pedido calma a la comunidad internacional para permitir que los inspectores completen su trabajo. El grupo de expertos abandonó territorio sirio el pasado fin de semana y se espera que presente sus conclusiones en los próximos días.
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