Se cocina un duelo entre ambos en cuartos de final. O son capaces de ganarse por dos goles o más o irremediablemente se enfrentarán en los cuartos de final. Un empate, una derrota por la mínima para quien sea, los condena a un choque en Querétaro y otro en Ciudad Universitaria la próxima semana por un lugar en las semifinales.
Pero América aún no está clasificado, pues si Pumas es capaz de vencerlo por una diferencia mínima de dos tantos, lo echará de la Liguilla y su rival en cuartos de final será el Atlas.
Como se dieron los resultados ayer, sumar le garantiza el superliderato a los del Pedregal.
Pero si los de Coapa derrotan por dos tantos al menos a los felinos, se verían las caras con Morelia, aunque si vencen por cuatro enfrentarán al Atlante.
El cuadro amarillo no se fía. Creen sus futbolistas que los de Guillermo Vázquez saldrán a ganar porque serán los anfitriones y no querrán quedar mal ante su gente.
“Están en su casa. Nadie quita el mérito de que son superlíderes, pero nosotros somos un equipo peligroso y cuando enfrentamos a los demás siempre tienen sus precauciones”, avisa el mediocampista Pável Pardo.
Ante la posibilidad de eliminar al acérrimo rival deportivo, los universitarios prepararán un “infierno”.
La recepción al inframundo caluroso y de afición hostil que crean los Pumas en el estadio Olímpico Universitario -cada vez que la camiseta amarilla los visita- la dará Darío Verón, uno de los eternos verdugos del americanismo en tiempos recientes.
El defensa paraguayo le ha hecho a los azulcrema cinco de los 15 goles que ha marcado en el futbol mexicano. De hecho, cada vez que vulnera la cabaña del máximo rival de los felinos, su equipo no pierde.
…Y avisa que, pase lo pase, no le regalarán nada a las Águilas, sino que buscarán eliminarlos del certamen.
“Nosotros no podemos regalar nada. Claro que nosotros vamos a entrar como siempre, bien concentrados en el partido. Sabemos que América tiene buenos jugadores y no hay que dejarles espacios para que no hagan su juego”, “ruge” el defensa auriazul.
Pável no se intimida, ni ante el accionar de los Pumas, ni ante el ambiente hostil que sentirá el América.
“No ha habido ningún partido de visita sin el estadio lleno. Mañana [hoy] no va a ser la excepción; el equipo está acostumbrado a ese tipo de presión, a tener esa atmósfera; eso motiva siempre a todo el equipo. Lo que hay en el entorno, lo que se juega… Hay muchas cosas, no sólo la clasificación. Para nosotros, es un partido de orgullo, un clásico, y hay que ganarlo”.
Entre ambos hay rivalidad, falta saber si quieren “evitarse”, dos goles de diferencia o se verán las caras otra vez.
El Universal