Propuestas para la economía mexicana: Isaac Leobardo Sánchez Juárez*

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Durante la semana estuve revisando con detalle el documento “Estudios económicos de la OCDE: México 2011” y me pareció que sería interesante resumirlo en esta columna porque contiene propuestas que de tomarse en serio, pueden apoyar la recuperación de la economía mexicana y volverían a situarnos en el camino del desarrollo.

Antes de empezar, quisiera aclararle amable lector que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) es un organismo internacional constituido por 34 naciones, la mayoría de ellas industrializadas, tiene como misión fundamental la promoción del desarrollo en los países afiliados por medio de la capacitación, asistencia técnica y asesoría. México es parte de la organización y de hecho un economista mexicano, José Ángel Gurria Treviño la dirige.

Dicho lo anterior, empezaré por el tema de la educación, el cual ha estado en la mesa de discusión estos días por las reprochables acciones de los profesores de Oaxaca y Michoacán. La OCDE, al igual que un servidor considera que a fin de fortalecer la productividad y hacer posible el trabajo y la producción de más ciudadanos, México requiere con urgencia mejorar el sistema educativo.

Para el organismo, las siguientes son formas de mejorar la calidad de la educación: 1) definir estándares de desempeño docente a nivel nacional, así como estándares de acreditación para las instituciones de capacitación docente a fin de mejorar la educación inicial de los maestros. Mejorar el nuevo examen de certificación docente y abrir a la competencia todos los puestos de enseñanza; 2) introducir gradualmente un sistema de evaluación docente; 3) reasignar recursos para ofrecer a las escuelas financiamiento predecible; y 4) profesionalizar la capacitación y selección de los directores para que asuman mayores responsabilidades en la contratación y remuneración de los maestros.

A la anterior lista agregaría que es necesario promover una mayor competencia en el mercado educativo, poniendo a disposición de los padres de familia escuelas privadas de elevada calidad. Se requiere fortalecer las opciones educativas y entregar más poder a los padres para que decidan el tipo de educación que desean brindar a sus hijos. En las zonas urbanas, el Estado puede, en lugar de crear más escuelas o mantener centros escolares de deficiente calidad, transferir dinero a las familias para que escojan dentro del mercado privado la institución educativa que mejor se ajuste a sus deseos.

Dejando por ahora el complicado tema de mejorar el sistema educativo, la OCDE también propone cambios en materia fiscal, regulatoria, mercado informal, competencia y estabilización macroeconómica. Por falta de espacio, únicamente comentaré los dos últimos temas y en otra oportunidad expondré el resto.

La competencia tiene un efecto positivo sobre el crecimiento económico y el bienestar. Un mayor nivel de competencia llevaría a las empresas dominantes a reducir sus precios, ser más eficientes e innovar. Actualmente la competencia es débil en muchos sectores. Existen monopolios estatales en la distribución de electricidad y producción de petróleo. De hecho, las familias mexicanas gastan en promedio cerca de una tercera parte de su ingreso en bienes producidos en mercados monopólicos u oligopólicos.

En base a un exhaustivo diagnóstico, la OCDE propone medidas para fomentar la competencia en cinco sectores (aviación comercial, transporte terrestre, sistema bancario, industria farmacéutica y telefonía): 1) limitar los derechos de antigüedad en la asignación de espacio en los aeropuertos congestionados para garantizar una asignación eficiente. Revisar el requisito de concesiones por rutas específicas, permitiendo que las aerolíneas operen en cualquier ruta siempre y cuando cumplan con los requisitos de seguridad y notificación; 2) simplificar los requisitos para la obtención de permisos para el autotransporte foráneo de pasajeros y garantizar el acceso no discriminatorio a las instalaciones esenciales; 3) implementar en pleno los cambios legales para facilitar el acceso a los servicios bancarios y el acceso de los bancos a las instalaciones esenciales; 4) eliminar el requisito que obliga a las empresas extranjeras a operar una planta o un laboratorio en el país para vender medicamentos genéricos. Exigir a los médicos que receten medicamentos sólo por el nombre de su compuesto genérico; y 5) fusionar las áreas de servicio local de telefonía. Autorizar a la COFETEL a regular la conexión ex ante, declarar cuellos de botella e instalaciones esenciales para todos los segmentos del sector y establecer condiciones de acceso no discriminatorio a estas instalaciones. Permitir el acceso desagregado a infraestructura esencial cuando esto fomente la competencia, siempre que no socave los incentivos a invertir. Establecer las tarifas de interconexión con base en los costos incrementales de largo plazo.

Ahora bien, en materia macroeconómica, la economía mexicana ya superó la crisis del 2008-2009 y se encuentra creciendo satisfactoriamente, 5.5% en el 2010, posiblemente 4.4% en 2011 y una cifra similar en 2010. Mejorar este panorama implica realizar cambios en lo microeconómico, parte de lo que se ha indicado arriba, pero también en lo macroeconómico. La OCDE sugiere que: 1) se mejoren las finanzas públicas, gastando poco en épocas de bonanza y más en épocas de crisis; 2) manejar con prudencia las tasas de interés, de seguir ancladas las expectativas inflacionarias, lo mejor sería aumentar las tasas de interés de referencia para mediados de este año; 3) continuar con la acumulación de reservas internacionales; 4) considerar la aplicación de una regla de balance fiscal estructural, ajustando los ingresos a los ciclos económicos y del precio del petróleo; y 5) fomentar una mayor diversificación de las exportaciones por medio de acuerdos multilaterales y regionales.

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* Doctor especializado en estudios regionales y profesor-investigador de la UACJ