El alcalde del municipio indígena de Santiago Amoltepec, Pedro Luis Jiménez Mata, planteó como opción para acabar con el conflicto social y agrario que priva en la sierra sur, la construcción de la llamada carretera de la concordia.
Dijo que hay una propuesta presentada al gobernador Gabino Cué para empezar a construir una nueva ruta de tránsito terrestre que acerque a los pueblos de la zona con la capital del estado, misma que tendría una inversión de mil 500 millones de pesos.
“Se trata de que todos los alcaldes de la región nos pongamos de acuerdo y firmemos un gran pacto para poner fin a siglos de luchas estériles por la disputa de tierra”, subrayó.
Indicó que la nueva vía reduciría los tiempos de traslado de los pueblos originarios.
De acuerdo con Jiménez Mata, se trata de empezar a construir una vía moderna de 250 kilómetros de longitud desde Amoltepec, hasta Textitlan, cruzando por “El Vado” Oaxaca, que supliría al recorrido de 600 kilómetros que tienen que realizar actualmente los lugareños y que los mantiene prácticamente aislados.
Informó que actualmente se discute la elaboración del anteproyecto para el que se tendría que ejercer poco más de 250 millones de pesos.
“Somos un pueblo aislado, abandonado y nos hemos sumido más en la pobreza por nuestros conflictos internos. Es tiempo que veamos hacia delante, que antepongamos nuestros intereses personales para avanzar por el sendero del progreso”, afirmó.
Precisó que hay acercamiento con Santiago Textitlán para dirimir las diferencias mutuas si el gobierno federal y estatal dispone de los recursos para construir la nueva infraestructura.
Enfrenta a los pueblos de la sierra sur la disputa de un cerro
Santiago Amoltepec y San Mateo Yucutindo están enfrentados a muerte por la disputa de un cerro, un sitio que hace un siglo fue el principal centro ceremonial de los pueblos serranos y que tras el éxodo de Amoltepec permitió que fuera invadido por quienes hoy aseguran que son dueños del territorio Yucutindo.
Según el presidente de bienes comunales de Amoltepec, Rutilio Velásquez, quien tenga el control del cerro es dueño del territorio y el mandamás en la sierra sur.
“Es una lucha de orgullo, de vanidades y de muchos intereses”, advirtió.
Se trata del cerro Yucañame de más de mil 100 hectáreas, también denominado “cerro Mole”, cuyo título de propiedad del año de 1901. Los ostenta Yucutindo y lo mantienen vigente como prueba única ante el Tribunal Unitario Agrario (TUA).
Sin embargo, Amoltepec apela a la resolución valiendo la posesión del sitio, en apego a la ley agraria que fue aprobada en el régimen del ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
Milenio