Con la presentación de la pieza coreográfica ¨Historias para no olvidar…un suspiro dibujado de nostalgia ¨, que conjunta el arte dancístico con el teatro y el video, el Instituto Municipal de las Mujeres de Oaxaca (Immujeres), conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujeres en el Segundo Patio del Palacio Municipal de Oaxaca de Juárez.
Susana Pérez Guerrero Zamora, directora del Immujeres, señaló previo a la presentación de la obra, que el 25 de noviembre es una fecha para reflexionar sobre las cifras que evidencian la violencia contra las mujeres en Oaxaca, ya que estas son estremecedoras, pues sólo en este año ha habido dos mil 524 casos de mujeres atendidas médicamente como consecuencia de la violencia, según datos de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO).
Pérez Guerrero, expresó con preocupación, que de acuerdo a la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de Relaciones en los Hogares (Endireh), el 46 por ciento de las mujeres oaxaqueñas casadas o unidas ha sido objeto de violencia por su pareja y destacó que esa cifra solo refleja a quienes han denunciado, es decir, el 10 por ciento. En cuanto a feminicidios, dijo que de enero a la fecha ha habido 88 casos, lo que ubica a Oaxaca como un foco rojo a nivel nacional.
Acto seguido, la directora del Immujeres presentó a la compañía Kosmodaz, que interpretó “Historias para no olvidar”, utilizando la sátira como recurso estilístico, para reflexionar sobre los temas como el machismo, el amor y el desamor.
“Historias para no olvidar”, interpretada por Laura Silva Cervantes, David Ventura y Jonhatan Franco, aborda géneros musicales disímiles, enfatiza los capítulos de la vida de una pareja desde que se desposa hasta que, en la conviviencia con su hijo halla un motivo de regocijo por la vida, pero en ese trayecto sucede el desencuentro, la violencia física y psicológica, así como la soledad.
La compañía Kosmodanz hace uso no solamente del escenario tradicional sino que aprovecha la cercanía del público para hacerlo partícipe de la obra, como en la escena en la cual, las personas sentadas en primera fila se vuelven las parejas de baile de quienes están en el conflicto amoroso; Laura Silva, en uno de los pasajes de la pieza, hace su entrada desde un pasillo central y provoca que el público tenga otras posibilidades de percepción de la obra, que la sienta más cercana y que se involucre con la pieza.
En cuanto a la técnica dancística utilizada es evidente la formación Graham y Limón que han tenido Ventura y Silva, y resalta la frescura del pequeño Jonhatan Franco, que sale al final de “Historias para no Olvidar”. La pieza se inscribe en la clasificación de la danza teatro, pues reúne elementos narrativos e interpretativos que son afines tanto al trabajo coreográfico como al teatral; por otra parte, al no existir diálogos y apoyarse en las imágenes y los textos que se proyectaban en la pantalla, era posible recibir mensajes de distintas fuentes que, al final eran reunidos y completados en la mente del público.