El jefe de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de Irán, advirtió este sábado, un día después del anuncio de nuevos refuerzos militares estadunidenses en la región del Golfo, que cualquier país que ataque a la República Islámica verá su territorio convertido en “campo de batalla”.
Quién quiera que su territorio se convierta en el principal campo de batalla, adelante”, dijo el general de división Hosein Salami durante una rueda de prensa en Teherán, una semana después de los ataques contra instalaciones petroleras sauditas reivindicados por los rebeldes yemeníes, pero que Riad y Washington atribuyeron a Teherán.
Tengan cuidado, una agresión limitada no permanecerá limitada. Castigaremos y continuaremos hasta la destrucción total de cualquier agresor”, añadió Salami.
Los ataques, que redujeron a la mitad la producción de petróleo saudita e hicieron que se disparara el precio del oro negro, atizaron el temor a unenfrentamiento militar entre Estados Unidos e Irán.
Todavía no se decidió cuántas tropas se enviarán ni qué tipo de equipos, pero se tratará de un despliegue “moderado” que no se contará en miles, precisó el jefe del Estado Mayor estadunidense, el general Joe Dunford.
“A veces, hablan de opciones militares”, declaró el general Salami, en aparente alusión a Washington, y advirtió que una “agresión limitada no se mantendría limitada” porque Irán sería categórico en su respuesta y no “descansaría hasta hundir al agresor”.
Las tensiones entre ambos países no dejaron de crecer desde que Estados Unidos se retiró unilateralmente, en mayo de 2018, del acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní firmado en 2015, tras lo cual Washington reinstauró importantes sanciones contra Irán.
El viernes, Trump anunció nuevas sanciones contra el sector bancario iraní, sobre todo el Banco Central.
Excelsior