
Diana Mendez
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) llevó a cabo un operativo nacional de inspección del 27 al 31 de octubre en materia de impacto ambiental y cambio de uso de suelo en ecosistemas costeros. El objetivo fue prevenir, detectar y sancionar actividades ilegales que afectan manglares, humedales, dunas y zonas federales marítimo-terrestres en distintas regiones del país.
Durante estas acciones se realizaron 50 visitas de inspección en 14 entidades federativas, de las cuales 37 correspondieron a obras y actividades dentro de ecosistemas costeros y 13 a ocupaciones irregulares en la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat). Como resultado, la dependencia impuso 31 clausuras totales o parciales temporales a proyectos que no contaban con las autorizaciones ambientales correspondientes emitidas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
En el operativo participaron 151 elementos de la Profepa, la Guardia Nacional, la Secretaría de Marina, autoridades estatales y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, quienes desplegaron acciones conjuntas en Baja California, Baja California Sur, Campeche, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Quintana Roo, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán. Las intervenciones permitieron identificar obras en rellenos de manglar, construcciones en dunas, afectaciones a humedales, ocupaciones irregulares de Zofemat y actividades dentro de áreas naturales protegidas sin permiso ambiental.
En el caso de Oaxaca, la Profepa efectuó cinco inspecciones en los municipios de Santa María Huatulco y San Pedro Pochutla, donde se detectaron desarrollos turísticos que realizaban cambios de uso de suelo y afectaciones a selva baja caducifolia y vegetación costera. Por estas irregularidades se impusieron tres clausuras totales y parciales temporales. La dependencia señaló que estas zonas presentan alta fragilidad ambiental debido a la presencia de vegetación nativa y fauna asociada, por lo que requieren estricta vigilancia ante el crecimiento acelerado de proyectos inmobiliarios.
La Profepa recordó que los ecosistemas costeros son fundamentales para la protección natural de las costas, la regulación del clima, el almacenamiento de carbono y el sustento de actividades económicas como la pesca y el turismo. Por ello, destacó la importancia de reforzar la vigilancia para garantizar el cumplimiento de la legislación ambiental federal y evitar daños irreversibles en manglares, humedales, dunas y selvas. La procuradora Mariana Boy aseguró que la institución continuará realizando operativos para proteger la biodiversidad de las costas mexicanas y asegurar el uso sustentable de los recursos naturales.







