Diana Méndez
Integrantes de la Unión de Productores y Artesanos S.C. “Danny Di Paa” conformada por setenta y cinco personas de la tercera edad, madres solteras y personas con alguna discapacidad o estado de vulnerabilidad, manifestaron su inconformidad luego de que desde el fin de semana les prohibieron vender en la zona arqueológica de Monte Albán.
Indicaron que desde hace más de sesenta años han sostenido a sus familias gracias al trabajo de las artesanías que venden en las inmediaciones del centro ceremonial Monte Albán, por lo que piden respeto a su labor y reconocimiento a la importancia de su trabajo.
Comentaron que entienden que la función principal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) desde su creación en 1939 es la investigación, definiciones técnicas, protección y difusión del patrimonio prehistórico, arqueológico, histórico y paleontológico de México, sin embargo, ningún reglamento o ley puede estar por encima de la propia Constitución Política de los Estados Mexicanos, por lo que no pueden coartar su libre y legítimo derecho a trabajar en lo que mejor les parezca y otorgue satisfacciones.
Por lo anterior, precisaron que si Monte Albán es para enriquecer la cultura de Oaxaca y México para el mundo; porque no puede ser el cobijo de las y los artesanos, es decir, Oaxaca para los oaxaqueños, motivo por el cual exigieron la reasignación de los espacios que normalmente tenían desde la sombra del árbol como así lo conocen.
Finalmente solicitaron una mesa ciudadana, con el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia, y con el encargado del centro INAH Oaxaca, a fin de que se le de seguimiento y atención real a sus peticiones, teniendo un diálogo real para reorganizar la forma en que han tratado de desaparecerlos como artesanos en este lugar.