El Desarrollo Sostenible como es conocido internacionalmente o sustentable como lo define el marco legal mexicano, tiene sus orígenes en la preocupación global por frenar los efectos negativos ocasionados al medio ambiente, la disparidad social y el crecimiento económico inequitativo entre distintas regiones del mundo, derivados de las actividades humanas.
Las primeras voces al respecto, se alzaron a través de organizaciones civiles y académicos como Malthus, que en 1798, escribió un ensayo sobre población humana en el que diagnosticó que la tasa de crecimiento poblacional era mucho más acelerada que la correspondiente a los recursos naturales, pronosticando al mismo tiempo una pérdida de recursos de producción alarmante, de seguir con esta tendencia.
Después de la segunda guerra mundial, la Organización de las Naciones Unidas a través de su órgano responsable de la ciencia y la cultura (UNESCO), incorpora temas ecológicos como parte de su agenda, de tal manera que en 1968 realiza la Conferencia Internacional de la Biósfera en París y en 1972, en la Cumbre sobre Medio Humano, celebrada en Estocolmo, Suecia, se crea el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Posteriormente se crea la comisión Brundtland de medio ambiente y desarrollo, cuyos integrantes, en 1987 dan a conocer el documento denominado ¨Nuestro Futuro Común¨ en el que es acuñado el término DESARROLLO SUSTENTABLE como ¨aquel que satisface las necesidades de la actual generación sin sacrificar la capacidad de futuras generaciones de satisfacer sus propias necesidades¨.
En la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo o Cumbre de la Tierra, celebrada en 1992 en Río de Janeiro Brasil, se oficializa el término DESARROLLO SOSTENIBLE, como un eje tridimensional que integra además del medio ambiente, la justicia social y viabilidad económica. De igual manera, se generan documentos rectores como la Declaración de Río, los Principios de Río y la Agenda 21, ésta última estableciendo 40 principios, integrados en 4 secciones: dimensiones sociales y económicas, conservación y gestión de los recursos para el desarrollo, fortalecimiento del papel de los grupos principales y medios de ejecución, mismos que dictan las pautas para crear sociedades sostenibles.
Bajo este contexto, el desarrollo sostenible es integrado a las políticas nacionales y locales, por lo que México crea estructuras gubernamentales y legislación encaminada a la consolidación de la sostenibilidad, destacando: la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (SEMARNAP), leyes y agendas 21 locales en diversos municipios, tendentes a integrar prioridades de sustentabilidad en estas demarcaciones.
Para lograr la participación de la humanidad en la creación de sociedades sostenibles, se cuenta con diferentes vías, entre las cuales destaca la sensibilización a través de principios y valores hacia la sostenibilidad, cuyo esfuerzo más importante a nivel mundial es la “Carta de la Tierra”, lanzada como una declaración de principios éticos fundamentales para la construcción de una sociedad global, justa, sostenible y pacífica, cuyo logro está basado en los 16 principios y valores que contempla, relacionados con el respeto y cuidado de la comunidad de la vida, integridad ecológica, justicia social y económica y finalmente democracia, no violencia y paz.
Hace unos días, como parte de mi compromiso por promover principios y valores, encaminados a la consolidación de la sustentabilidad en el territorio oaxaqueño, presenté ante el pleno de la LXIII Legislatura del Estado de Oaxaca, la propuesta de FIRMA DE AVAL DE LA CARTA DE LA TIERRA, aprobada en sesión ordinaria del pasado 15 de abril; estrategia con la que inicia el proceso de promoción y compromiso de los principios y valores para el desarrollo sostenible, bajo la premisa de que los cambios a los que aspiramos deben propiciarse desde la esfera individual.
Es por ello que invito a todos los sectores de la población, especialmente a mis compañeros Diputados y Diputadas para que me acompañen en la promoción de una sociedad oaxaqueña más justa, sostenible y pacífica.