“Estoy consciente de los límites y de mis límites, puedo equivocarme, pero soy decente y tengo vergüenza pública, y con serenidad y ánimo, presento, en este momento, mi renuncia al cargo de Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social”. Germán Martínez Cázares
La mañana del pasado martes la bomba explotó, los medios dieron cuenta de la renuncia de Germán Martínez Cázares al cargo de Director General del IMSS. Los motivos fueron varios, principalmente, el recorte presupuestario que la Secretaría de Hacienda ejecutó en el presupuesto del IMSS y que, según Martínez Cázares, “tienen injerencia perniciosa en el Instituto y que ponen en riesgo la vocación igualitaria, de justicia, y de la prestación de servicios del Instituto”.
En efecto, al arranque del actual gobierno, Hacienda recortó al IMSS 4 mil millones de pesos para el presupuesto 2019. En aquella ocasión Martínez Cázares, a través de Twitter y Facebook, aclaró que el ajuste se conseguiría en el rubro de servicios personales, de gasto corriente y ahorros del Instituto, sin embargo, el ajuste no toca ni compromete la compra de medicinas, el material de curación, la infraestructura o la conservación a los inmuebles y hospitales, ni tampoco la contratación del personal médico, aclaró. “Estamos en el IMSS comprometidos con el programa de austeridad que ofreció el Presidente de la República”, subrayó el entonces funcionario.
Otro de los motivos que llevaron a Germán Martínez a tomar la decisión de renunciar a la Dirección del IMSS, fue que algunos funcionarios de Hacienda maquillan la remodelación del Instituto, pero que en el fondo se trata de reformar el Reglamento para colocar a nuevos funcionarios administrativos, a fin de anular la función de los delegados del IMSS que el propio Consejo Técnico aprobó.
Situación que ha propiciado, afirma en su renuncia, que muchos trabajadores carecen de certeza laboral, sin contrato, las vacantes aumentan, el rezago de la infraestructura es bárbaro, los contratos y convenios se rezagan o están por vencerse, las compras de equipamiento están detenidas, los litigios y reclamos aumentan, y aunque el abasto de medicamentos esta garantizado, es limitado y en algunas partes se sostiene de un hilo.
Destaca, Germán Martínez, que el control radical del gasto tiene dos consecuencias fatales: una es la que afecta directamente al Instituto: pasillos llenos de enfermos en espera, y otra indirecto: el fortalecimiento de los servicios privados que ocasiona el “gasto de bolsillo” de las familias para intentar curar a sus seres queridos.
Reconoció que “la calidad y eficacia en muchos servicios del IMSS dejan mucho que desear, y que el Instituto tiene retos, desafíos, extravíos y una enorme corrupción”.
A juicio de Martínez Cázares, no contempla que la “burocracia de Hacienda” pueda dar seguridad social permanente a todos los jornaleros del campo, repartidores de comida, choferes o a los trabajadores de la construcción, como “hicimos con las trabajadores del hogar…”
Finalizo, “tampoco yo seré florero en el IMSS de decisiones tomadas fuera del IMSS”, refiriéndose a lo anteriormente dicho por el Presidente.
En la “mañanera” del martes pasado, el Presidente fue cuestionado sobre la renuncia de Germán Martínez Cázares, a lo que contestó que sí, que estaba enterado, desde hace unos días, a través de una carta en la que Germán Martínez le explicó los motivos de su renuncia, los cuales aceptó, aunque no estaba de acuerdo con ellos, pero que todo funcionario es libre de tomar sus propias decisiones.
En cuanto a la Secretaría de Hacienda dijo, que él es respetuoso de sus decisiones en lo que se refiere a los recortes presupuestales para evitar gastos en exceso. Habrá más renuncias…dijo.
Las reacciones a la renuncia de Martínez Cázares fueron de inmediato, toda vez que la decisión tomada y escrita en diez cuartillas es amplia, clara, dura y explicativa a detalle, en la cual describe la penosa realidad médica que los afiliados al IMSS padecen, incluso ahondada por la deuda que Hacienda tiene con el Instituto al no haber reintegrado los mil millones de pesos que le adeudan.
Mientras tanto, se destinan 500 millones de pesos anuales para promover el beisbol, la caminata y el boxeo. Ramón Lopez Velarde, el poeta revolucionario que escribió la maravillosa poesía titulada “La Suave Patria”, comentó en alguna ocasión: “Primero la panza llena y luego mucha pinche Revolución”.
@luis_murat