La primera persona en Estados Unidos que se sabe que está infectada con una nueva y aparentemente más contagiosa variante del coronavirus fue identificada el miércoles como un miembro de la Guardia Nacional de Colorado que había sido enviado a ayudar en un asilo de ancianos donde se estaba luchando contra un brote. Las autoridades de salud dijeron que un segundo miembro de la Guardia también podría tener la nueva variante.
Los casos han desencadenado una serie de preguntas sobre cómo la versión mutante que circula en Inglaterra llegó a Estados Unidos y si es demasiado tarde para detenerla ahora. Los principales expertos dicen que probablemente ya se esté propagando en otras partes del país. El descubrimiento también ha añadido urgencia a la campaña de vacunación de la nación.
Ambos miembros de la Guardia habían sido enviados el 23 de diciembre a trabajar en el hogar de ancianos de la Sociedad del Buen Samaritano en el pequeño pueblo de Simla, una zona mayormente rural a unos 145 kilómetros (90 millas) de Denver, dijo la doctora Rachel Herlihy, la principal epidemióloga estatal. Se encontraban entre los seis miembros de la Guardia enviados a esa casa de ancianos.
Un laboratorio estatal comenzó a buscar signos de la variante después de que se anunciara su propagación en Inglaterra a principios de este mes, dijo Herlihy. Se están examinando las muestras del personal y los residentes del asilo de ancianos que dieron positivo en coronavirus para detectar ahora si tienen la variante, y hasta ahora no se ha encontrado evidencia de ello, dijo.
El caso confirmado en Colorado es un hombre de unos 20 años que no ha viajado, lo que generó una serie de preguntas sobre cómo se infectó y agregando urgencia a las campañas de vacunación. El hombre tiene síntomas leves, está aislado y recuperándose, dijeron el martes funcionarios estatales. La otra persona que se sospecha que también podría tener la variante está aislada en un hotel de Colorado, dijo Herlihy.
Nadie respondió de momento a las llamadas al hogar de ancianos en busca de comentarios.
Los científicos británicos no han encontrado evidencia de que esta variante sea más letal o cause una enfermedad más grave y creen que las vacunas que se administran ahora serán efectivas contra ella. Aun así, las autoridades lo han atribuido al aumento en las hospitalizaciones.
El descubrimiento de la variante hizo que las autoridades médicas estadounidenses soliciten a los viajeros que lleguen de Gran Bretaña presentar una prueba negativa de COVID-19.
La variante probablemente todavía sea rara en Estados Unidos, pero la falta de historial de viajes en el primer caso significa que se está propagando, tal vez sembrado por visitantes de Gran Bretaña en noviembre o diciembre, dijo el científico Trevor Bedford, quien estudia la propagación del COVID-19 en el Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson, en Seattle.
Ahora me preocupa que haya otra ola en la primavera debido a la variante”, dijo Bedford.
Se han visto nuevas versiones del virus casi desde que se detectó por primera vez en China hace un año. Es común que los virus experimenten cambios menores a medida que se reproducen y se mueven entre una población. El temor es que las mutaciones se vuelvan lo suficientemente fuertes como para volverse inmunes a las vacunas.
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