* Municipios indígenas y de partidos son “caja grande” de políticos de izquierda como Benjamín Robles Montoya del PT y Salomón Jara Cruz de Morena, ejemplos paradigmáticos de la corrupción.
* Mucho daño ha hecho a Tlacolula, tierra de contrabando y narcotráfico, Fausto Díaz Montes del PAN y Carlos León Monterrubio de Morena, presuntamente vinculados a oscuros intereses.
La realidad de los 570 municipios del Estado de Oaxaca es ya de suyo compleja y complicada. Es irónicamente paradójica y contradictoria, natural, económica, política, social y culturalmente.
Es inmensamente rica por el mosaico de naciones pluriétnicas y multiculturales. Es la gran reserva natural, cultural y espiritual de México y, seguramente de los países de América Latina y el Caribe.
Después del Amazonas en Brasil, la biodiversidad de Oaxaca en materia de recursos naturales, flora y fauna, es la más grande del continente americano en la estratégica zona de Los Chimalapas.
Sin embargo, a lo largo de sus 95 mil kilómetros cuadrados de superficie, cruelmente cohabitan la insultante riqueza y la miseria infrahumana, así como la sabiduría excelsa y la ignorancia extrema.
Es de lamentar que las políticas neoliberales impulsadas por los gobiernos del PRIAN y continuadas por Morena han convertido a los municipios en botín de las mafias cupulares de la partidocracia.
Los Ayuntamientos Municipales son, también, botín del crimen organizado y del narcotráfico. No importa que se trate de los 417 municipios que se rigen por Sistemas Normativos Indígenas.
Son más apetitosos alrededor de 50 de los 153 municipios que eligen a sus autoridades por el régimen de partidos políticos. La eterna corrupción ha hecho presa de éstos en mayor medida.
No obstante, unos y otros se han convertido en “caja grande” de políticos de izquierda como Benjamín Robles Montoya y Salomón Jara Cruz, ejemplos paradigmáticos de la corrupción.
Es de escándalo el saqueo en los municipios del diputado federal del PT, por ejemplo, en Santa Lucía del Camino, y en el caso del senador de Morena, Salina Cruz y San Felipe Jalapa de Díaz.
En la Torre de Babel de los 570 municipios de Oaxaca, no solo se confunden lenguas, sino oscuros intereses de los partidos aliados y cómplices del crimen organizado, el narcotráfico y la guerrilla.
La mafia del poder del PRIAN pudrió la vida política, económica y social de la mayoría de los municipios oaxaqueños, de manera especial los 22 conurbados, hoy gobernados por Morena.
Lo mismo ocurre en los municipios estratégicos en los Valles Centrales y las diversas regiones del estado, particularmente los limítrofes con las entidades vecinas, la Cuenca, el Istmo y la Costa.
Las zonas metropolitanas de estos municipios han sido convertidas en “cinturón del vicio” por la proliferación de cantinas, prostíbulos y el narcomenudeo. Es el caso de Tlacolula de Matamoros.
Obligado es rescatar la memoria histórica para recordar que Tlacolula ha sido tierra de contrabando y narcotráfico, mediante el intercambio de fayuca, y saqueo del PRIAN y Morena.
Mucho daño han hecho a Tlacolula los munícipes del PAN Fausto Díaz Montes y su esposa Fátima García León, y Carlos León Monterrubio de Morena, presuntamente con oscuros intereses.
Estos últimos son los verdaderos móviles del prefabricado conflicto por el alcalde de Tlacolula y los maestros de la Sección XXII de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Para dimensionar el saqueo del ex edil panista de Tlacolula, basta conocer su lujosa residencia en San Felipe del Agua, valuada en varios millones de pesos. Sus ingresos históricos no le alcanzan.
La disputa por la reubicación de la Escuela Primaria Presidente Adolfo López Mateos es un mero pretexto para el retorno de los corruptos políticos tradicionales vinculados a ex gobernadores.
En el río revuelto de oscuros intereses, incluso, llevan agua a su molino políticos cristianos que se reorganizan para generar ingobernabilidad al gobernador Alejandro Murat y retornar al poder.
La conversión en plaza comercial del predio de la escuela es también parte de las ganancias que pretenden obtener los políticos tradicionales en el conflicto con los padres de familia y la CNTE.
La presión para convertir en plaza comercial el predio de la escuela es parte de las ganancias que pretenden obtener los políticos tradicionales en el conflicto con los padres de familia y la CNTE.
El estado de cosas se agrava por la sensibilidad política de elefante del presidente municipal Carlos León Monterrubio, quien estúpidamente contrató a porros para recuperar el Palacio Municipal.
La mezcla de oscuros intereses forma un coctel altamente explosivo en un laboratorio político, bomba de tiempo que en cualquier momento puede explotar con saldo de muertos y heridos.
Según el Coneval, en México hay 190 municipios en los estados de Oaxaca y Chiapas con el 95% de su población en pobreza, prácticamente el total de sus habitantes en el sureste mexicano.
Una persona en pobreza tiene al menos una carencia social, rezago educativo, acceso a servicios de salud y a alimentación, seguridad social, calidad y espacios de vivienda, servicios básicos.
El Coneval ha dado a conocer los municipios con mayor porcentaje y número de habitantes en pobreza extrema, es decir, aquellos que tienen tres o más carencias en calidad de vida.
Oaxaca tiene 4 de los municipios con mayor porcentaje de pobreza extrema: Santos Reyes Yucuná (97.4%); Santiago Nuyoó (83.8%); San Simón Zahuatlán (83.5%) y Santiago Amoltepec (83.1%).
Tiene 2 de los 5 municipios con más porcentaje de gente pobre: Santos Reyes Yucuná (99.9%) y Santa María Zaniza (99.7%), a pesar que este último tiene la reserva más grande de hierro en Latinoamérica.
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