La Cámara de Diputados ha aprobado el Plan Estatal de Desarrollo 2011-2016. Tres hechos resaltamos sobre esta importante decisión.
Primero. Nos congratulamos que la totalidad de la fracción parlamentaria del PRI haya razonado y votado en contra del Plan. Esta acción pone en entredicho la legitimidad del proceso de planeación que el gobierno estatal ha propuesto. Sienta las bases, también, de posteriores acciones de seguimiento puntual y evaluación crítica de los programas y acciones gubernamentales derivados del Plan en los posteriores informes de gobierno.
Una de las causas de este rechazo, fue la negativa del gobierno para contemplar las propuestas que los diputados priistas y las comisiones que ellos presiden, presentaron como correcciones al documento. Así, el Plan aprobado es sólo una directriz del Ejecutivo estatal y de las fracciones parlamentarias de la coalición gobernante. No es un Plan de todos los oaxaqueños, sino un documento que responde a los intereses de la facción que actualmente gobierna la entidad.
Segundo. Reconocemos la congruencia de los tres diputados panistas que no votaron a favor del Plan: Luis de Guadalupe Martínez Ramírez, Marlene Aldeco Reyes Retana y Martha Patricia Campos Orozco. Tienen toda la razón cuando afirman que es un documento abstracto. Nosotros agregamos que también vacío y sin sentido social. Pero también nos llama la atención que personajes autodenominados de izquierda, como el diputado Flavio Sosa, hayan dejado atrás todo un pasado de combatividad para plegarse a los designios de los hombres del poder; el diputado Sosa ha subido a la tribuna de la Cámara para llamar la atención sobre la deficiente calidad de la educación oaxaqueña, sin embargo, aprobó un Plan que le echa la culpa de la mala calidad educativa a los niños, al estado de las aulas y a la prueba Enlace.
No fue una sorpresa el voto aprobatorio de los diputados perredistas, encabezados por Carol Altamirano, porque su pasado es de incongruencia e inconsistencia ideológica. En mucho, esa aprobación es el pago de las cuotas administrativas que les ha dado el gobernador del estado para llenar el gobierno con personajes sin preparación académica y sin conocimientos técnicos de la administración estatal. Es una verdadera lástima que una persona que militó durante tantos en el PRI, ahora ni siquiera pueda justificar lógicamente su incondicional apoyo a un Plan que responde a otros intereses y no a los del partido donde ahora milita.
Tercero. La CNOP considera que el Plan es un verdadero enredijo de sueños ilusos y buenas intenciones. No cuenta con un proyecto de futuro viable, basado en estrategias sectoriales y, mucho menos, regionales. Es un tradicional plan sectorial, con los agregados de las políticas transversales y la regionalización, totalmente desarticulados entre sí y con los apartados sectoriales. No tiene estrategias generales, generadoras de programas para resolver las principales problemáticas por áreas. Al no plantear estrategias particulares, tampoco pudieron concretar estrategias sectoriales. Tampoco hay proyectos de largo, mediano y corto plazo. En realidad no hay planeación estratégica, sino un listado de líneas de acción que surgen de las ocurrencias de los empleados de las dependencias gubernamentales.
Nuestra preocupación es el desarrollo de todos los oaxaqueños, por eso rechazamos un Plan mal hecho y convocaremos a la ciudadanía a razonar las propuestas alternativas para un nuevo proceso de desarrollo que responda a los verdaderos intereses y aspiraciones de los oaxaqueños.