Prevención, tratamiento y rehabilitación, oportunidades para una nueva vida

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“Los ladrillos lastimaron mis manos; tenía ocho años… pero qué hacía, tenía que trabajar”, relata Juan Carlos, quien a sus 16, lleva ocho laborando como albañil, pues tiene que ayudar económicamente a su madre y hermanitos.

 

Sus padres son “cholos” vendedores de droga en pequeña escala,  desde pequeño Juan Carlos conoce la mariguana, la ha visto sembrada: “es como tener epazote o cilantro en la casa”, y abunda “desde los siete años bebo alcohol, a los nueve empecé a fumar cigarros y como a los doce años me inicié con la mota”, explica indiferente, sin presunción ni vergüenza.

 

Sin embargo, Juan Carlos estudia la escuela Secundaria. “Es lo que más me gusta hacer”, afirma entusiasmado. Vive en San Agustín de las Juntas, localidad cercana a la ciudad de Oaxaca.

 

Vida de violencia

 

Sus padres le han enseñado que todos los problemas en la vida se resuelven a golpes, la agresión sustituye al diálogo, las emociones no existen y la violencia intrafamiliar es cotidiana.

 

Relata que hace dos años, se enfrentó a su padre cuerpo a cuerpo para que no siguiera golpeando a su madre, “después mi papá se fue de la casa, mi madre continúa con el negocio y ya tiene una nueva pareja”.

 

El único lugar en donde le gusta y disfruta estar es en la escuela, aunque lo castigan y lo han expulsado de diferentes planteles por su agresividad.

 

“Mis maestros dicen que soy buen estudiante, llevo buenas calificaciones,  respeto a mis maestros, los obedezco; sólo soy agresivo y violento si me provocan”, asegura Juan Carlos.

 

La violencia es el pan de cada día en su casa, pero ama a su madre y sus hermanos, por eso no se va de casa y confiesa “cuando los problemas son muy fuertes fumo mariguana, para convivir con mi padrastro bebo alcohol, en mi comunidad el uso de la mota significa convivencia y respeto”.

 

Pero él ha visualizado otro mundo. Quiere otra vida que conoció en los libros. Ansía dejar de consumir drogas. Un día supo del Centro Nueva Vida de Santa Cruz Xoxocotlán y se informó de la atención que brindan, y sobre todo que muchos jóvenes han podido abandonar el infierno de las drogas. Hay en su mirada una determinación de ser otro adolescente.

 

Centros Nueva Vida

 

Historias como las de Juan Carlos se multiplican en la entidad, por ello en el marco del Día Internacional de la Lucha Contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, 25 de junio, el gobierno del estado, a través de las Unidades Médicas Especializadas (UNEMES) “Centros Nueva Vida”, fortalece los programas preventivos, de tratamiento y rehabilitación de adicciones.

 

En entrevista, el titular de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), Germán Tenorio Vasconcelos, destacó que estas acciones están enfocadas, principalmente a los sectores más vulnerables, niños y adolescentes.

 

Abundó que dichos Centros realizan actividades extra e intramuros de promoción de la salud, capacitación permanente a padres de familia, profesores; detección de riesgos, talleres de orientación, habilidades para la vida, antidoping, entre otros.

 

Y es que aseguró que el desarrollo de una sociedad solo se consigue a través de una población saludable, por lo que exhortó a los oaxaqueños a formar parte de la lucha contra las adicciones a través de la prevención de adicciones y promoción de estilos de vida saludables.

 

CENTROS NUEVA VIDA EN EL ESTADO:

–       Avenida Los Higos, Trinidad de Viguera

–       Calle Progreso esquina con Hornos, Santa Cruz Xoxocotlán

–       Avenida Universidad, Barrio Santa Cruz Tagolaba, Santo Domingo Tehuantepec

–       Carretera a Loma Alta, colonia El Bosque, San Juan Bautista, Tuxtepec

–       Calle Raúl González, fraccionamiento La Parota, a un costado del Hospital general, Puerto Escondido

–       Calle Vicente Suárez, lote 1, 2, 3, colonia El Rosario, Huajuapan de León