20:33 El derrame de petróleo en el Golfo de México podría causar una grave afectación al país durante la próxima temporada de huracanes, coincidieron investigadores de instituciones pertenecientes al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
El Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) refirió que éste fue el resultado de un estudio conjunto que realizaron los investigadores, en el que confirmaron que la mancha podría llegar a Tamaulipas o Veracruz.
Advirtieron la necesidad de que Petróleos Mexicanos cuente con mejor capacidad de monitoreo de accidentes antes de que se presente alguna contingencia.
El accidente de la plataforma British Petroleum podría generar graves daños “ante la convergencia de fuertes corrientes marítimas en la zona afectada”, durante la próxima temporada de huracanes.
Mediante un comunicado de prensa, alertaron que alta de tecnología para dar seguimiento puntual al avance del derrame, con lo que no se pueden atender los posibles efectos en las costas nacionales.
La conclusión fue presentada por los investigadores Miriam Grunstein, del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE); Georgina Sandoval del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño de Jalisco (CIATEJ), y Julio Sheinbaum, del CICESE.
El petróleo derramado se encuentra en un proceso de degradación físico-químico que puede tardar meses o años, dijo Sheinbaum.
Adelantó que debido a que el Golfo de México es muy turbulento, los escenarios de afectaciones son variados.
Los remolinos y corrientes marinas son tan intensas en la zona que dictarán el comportamiento de la mancha de petróleo.
Explicaron que las Imágenes de satélite que se han obtenido evidencian que la mancha, diluida por los dispersores que utilizó Estados Unidos, ya entró en contacto con la corriente de Lazo, una de las más intensas del planeta.
“Si uno de los remolinos que se forman en su interior llegara a separarse, los elementos atrapados tendrían la posibilidad de llegar a las costas de Texas, Tamaulipas o Veracruz, probablemente en forma de plastas de petróleo, tomando en cuenta los procesos de degradación del hidrocarburo”, precisó.
Recordó que el accidente más grave que ha ocurrido en México sucedió en Ixtoc I, frente a las costas de Campeche en la década de los setenta y tardó nueve meses en cerrarse. El derrame fue de casi 3 millones de barriles de petróleo, por lo que el percance con la empresa británica puede ser de mayores dimensiones, debido a que no se sabe a cuánto asciende la fuga neta de combustible, dijo.
“Si la estimación de 5 mil barriles diarios está basada en lo que se ve en la superficie, es una subestimación; el derrame de petróleo se presenta como una pluma, es similar a las emanaciones de un volcán, primero sube y luego se estabiliza; si se hicieron mediciones sólo en algunos lugares es difícil saber el flujo real”, explicó.
Coincidió con su homóloga Grunstein al advertir que se requiere un mejor equipo de monitoreo en México para prevenir a tiempo una catástrofe similar a la de BP. El país depende de información generada por los satélites de agencias internacionales y norteamericanas, pues aquí se hacen mediciones de modelación de las corrientes, pero los instrumentos no transmiten la información en tiempo real, ésta se recopila y procesa después de un año, dijo.
La solución a este problema depende del Legislativo. “Así como la Cámara de Diputados aprobó la conformación de una agencia espacial, México debería tener una oficina encargada de los procesos de monitoreo meteorológico, oceánico y ambiental, y no esperar a que ocurra un accidente”, señaló Sheinbaum.
Grunstein externó por su parte la preocupación por el proyecto de PEMEX de incursionar en aguas profundas, al señalar que “México no cuenta con la regulación y fiscalización y aún así hubo fallas.
EL UNIVERSAL