El inicio del debate sobre el presupuesto de egresos de la federación (PEF) para el 2013, ofrece la oportunidad de transitar de las negociaciones partidistas agotadas en el corto plazo a la confección de un verdadero presupuesto con visión de Estado, para apuntalar un proyecto nacional de modernización y justicia y no para satisfacer intereses políticos de cofradías y grupos, expresó en entrevista el diputado Martín Vásquez Villanueva, secretario de la Comisión Frontera Sur Sureste.
La aprobación y presentación del calendario de actividades para la recepción, discusión y aprobación del PEF del próximo año, desde ahora y hasta al 30 de diciembre, es el momento para cambiar las propias reglas del debate en torno a uno de los principales instrumentos del Estado mexicano para promover el desarrollo nacional con un sentido integral o para perpetuar los desequilibrios, las distorsiones y las inequidades regionales, observó el legislador.
Vásquez Villanueva sostiene que es deplorable ver cómo en distintos partidos sigue prevaleciendo la tentación de privilegiar la atención de grupos en particular, acercándolos a dependencias gubernamentales o a presuntos factores de poder, sin atender a un proyecto rector que desmonte las inercias y las políticas públicas que no han funcionado.
“En lugar de aprovechar esta segunda alternancia en el ámbito federal para revisar el modelo económico y cambiar los esquemas operativos que tanto han obstaculizado la aplicación oportuna de los recursos públicos, vemos nuevamente los ejercicios de medición de fuerzas, para definir quién lleva más agua a su parcela o a las de sus clientelas políticas”, dijo el legislador oaxaqueño.
Sin prejuzgar sobre el uso y destino de esos recursos, señaló el ex líder del congreso oaxaqueño, lo cierto es que más presupuesto no significa más desarrollo, como lo sostengo y sustento en el libro “El desafío de Oaxaca, reflexiones para el 2012”, ya que “a pesar de que los montos presupuestales asignados al estado han crecido de manera sostenida en las últimas administraciones estatales, incluida la de la alternancia, esa tendencia no se ha reflejado en un incremento sustancial de los indicadores económicos y sociales, los estándares de desarrollo y calidad de vida de la población oaxaqueña”.
Por eso, propone, debemos luchar por mejores presupuestos para los rubros de infraestructura y desarrollo social, de acuerdo a un esquema integral de inversión pública y auspicio a la inversión privada que incentive el despegue de todas las entidades y de todas las regiones, siempre buscando la rentabilidad económica y el impacto social, no la rentabilidad política.
Como legisladores de la República trascendamos la coyuntura político-electoral y reivindiquemos una visión de Estado, concluyó Vásquez Villanueva.
