A poco más de cuatro meses de concluir su gestión, el presidente Felipe Calderón aseguró tener “tranquilidad de conciencia” por haber actuado al “límite” de sus capacidades y pidió que a pesar del entorno que le tocó enfrentar, se valore su gobierno como la parábola de los talentos: “Aún con todo lo que nos tocó vivir, vean, por favor, los resultados”.
Al encabezar un desayuno por el Día del Ingeniero y luego de recibir el reconocimiento al impulso de la infraestructura nacional, el jefe del Ejecutivo dio un discurso que por momentos pareció de despedida. Incluso, comentó que estos años al frente del gobierno federal fueron semejantes a lo descrito por una “maldición china”.
“México cambió para bien en estos años. Faltan muchas cosas por hacer, sí. Y habrá muchas cosas más que vendrán. Fueron años, han sido años difíciles; sí, sí lo han sido. Yo recuerdo que aprendí hace mucho tiempo, que había un refrán chino y que luego entendí o me explicaron, que era una especie de maldición China. Y que dice: Ojalá te toque vivir tiempos interesantes. Nos ha tocado vivir tiempos interesantes y ha sido realmente una experiencia de vida que difícilmente se podría replicar”, contó.
El mandatario manifestó sentirse agradecido con Dios, con su familia y con la patria por permitirle servirle al país al enfrentar la recesión económica, la bestialidad y brutalidad de los criminales, la influenza y los desastres naturales como la sequía e inundaciones, “quizá para muchos será como justificatorio de lo que se hizo, pero para mí no lo es”, señaló.
Ante poco más de 300 ingenieros, señaló que para él estos seis años de gobierno fueron también como la parábola de los talentos “donde finalmente alguien dice: Oye, me diste poco y más bien fui y lo enterré, y aquí está lo que me diste. Y el otro en lugar de quedarse en la mezquindad de decir: Me diste poco. Lo que me diste lo invertí, y aquí está lo que rindió. Yo no soy de la idea de decir aquí no hay resultados, porque miren todo lo que nos tocó vivir. No, yo prefiero decir aún con todo lo que nos tocó vivir, vean, por favor, los resultados”. De inmediato comenzaron a aplaudir los invitados.
Acompañado por Carlos Morales, presidente de la Unión Mexicana de Asociaciones de Ingenieros, el Ejecutivo federal confió en que el día de mañana, con todo lo que se logró, México será más seguro, fuerte, competitivo, próspero, justo, limpio, libre y democrático.
“Yo me siento, no me gusta decir satisfecho, porque un país con tantos problemas quizá no pueda decirse eso, pero sí les puedo asegurar que tengo la tranquilidad de conciencia de haber actuado al límite de mis capacidades y limitaciones y de haber impulsado la infraestructura que tanto necesitaba el país”, aseguró.
Recordó que en estos seis años el país ha enfrentado grandes desafíos, “de todos hemos salido más fuertes”, porque en los sectores ha costado mucho la transformación que ha operado México, la cual es como una siembra “que va a rendir abundantísimos frutos para las próximas generaciones”.
Indicó que desde niño aprendió que “sí es un honor” servir a México, “desde esta posición es un honor elevado exponencialmente. Y servirlo desde esta posición, en tiempos de prueba y desafío, muchísimo más”.
Agencias