La Presidencia de la República acusó al presidente de MVS, Joaquín Vargas, de “calumniar y engañar” para alcanzar sus objetivos económicos, luego de que el empresario señaló que el Gobierno Federal lo presionó para despedir a la periodista Carmen Aristegui.
La administración de Felipe Calderón advirtió a Vargas que no cederá a “la presión y el chantaje”.
“Cuando no son los principios los que rigen el proceder de cualquier institución, sea privada o pública, se corre el gran riesgo de hacer lo que el señor Vargas hace: calumniar, difamar, tergiversar y engañar, con el simple objetivo de alcanzar sus metas económicas”, se manifestó en un comunicado emitido en Los Pinos.
El gobierno se deslindó de las decisiones editoriales de MVS-Radio.
“Se rechaza categóricamente cualquier participación en la salida de la señora Carmen Aristegui de MVS (…) como nunca antes la presente administración ha sido cabalmente respetuosa de la libertad de expresión y de la diversidad de opiniones en los temas públicos de interés”, indicó.
La periodista fue despedida en febrero de 2011, luego de que informó sobre las acusaciones acerca del supuesto alcoholismo del presidente Calderón; esto fue considerado por la empresa como violatorio a su código de ética. Aristegui regresó a la radio 14 días después, tras llegar a un acuerdo con MVS.
Este miércoles, la Coordinación de Comunicación Social de la Presidencia afirmó que se reserva “la valoración de proceder conforme a derecho”, luego de que su titular, Alejandra Sota, fue acusada por Vargas de ofrecerle una solución sobre las frecuencias a cambio de no impugnar la resolución sobre la compra de 50% de Iusacell por parte de Televisa.
El empresario señaló que recibió presiones de funcionarios federales en el marco de la negociación del refrendo de sus concesiones de la banda de 2.5 GHz.
El senador electo del PAN Javier Lozano y el secretario de Comunicaciones y Transportes, Dionisio Pérez-Jácome, negaron por separado este miércoles la acusación de chantaje del presidente de MVS
ADN Político