A tres años de su Desaparición Forzada, se han realizado diversas gestiones ante dependencias estatales y federales, sin que hasta la fecha se tenga respuesta satisfactoria. Es lamentable que a pesar del largo tiempo transcurrido no existe ningún tipo de respuesta, solo que las líneas de investigación abordadas hasta hoy no han sido certeras, en casos como estos la premura en las investigaciones resulta fundamental y en este el tiempo ha sido lo menos importante, es de señalarse que los familiares a pesar de ser víctimas indirectas del delito, no se les ha reconocido dicha personalidad y por lo tanto no tienen acceso directo a la indagatoria y al conocimiento pleno del avance de la misma.
Este 14 de marzo se cumplen tres años de que el compañero CARLOS RENÉ ROMÁN SALAZAR, desaparecido en Oaxaca, Oaxaca, se encuentra sustraído del seno familiar, lejos de sus compañeros y de sus actividades cotidianas, entre ellas las que realizaba en el CEDES 22 como coordinador de dicho centro, centro dedicado a estudiar y desarrollar temas educativos.
El caso de la desaparición forzada de CARLOS RENÉ ROMÁN SALAZAR no es un hecho aislado, se inscribe en el clima de criminalización de la protesta social y de violencia en contra de luchadores sociales. El día 14 de marzo del 2011, la última noticia que se tiene de él, son unos mensajes a través de celular, realizados a una compañera de trabajo esa misma noche, de ahí ya no se tuvo contacto con él, al día siguiente 15 de marzo, se sabe que fue reportada su camioneta como a las seis cincuenta de la tarde como abandonada cerca de las vías del tren, siendo llevada a uno de los encierros por la policía municipal, sin mayores rastros.
Lamentable que a pesar que México ha ratificado instrumentos internacionales que ponen fin a la práctica de la Desaparición Forzada, considerada crimen de lesa humanidad, los encargados de procurar justicia son cómplices por omisión y aquiescencia durante ya tres años, por falta de resultados en el caso, al paso del tiempo lo que destaca en la investigación es la negligencia de las autoridades en las horas más valiosas para actuar en defensa de la víctima.
Ante esto, como compañero de Carlos Rene es un deber exigir al gobierno tomar todas las medidas necesarias para la presentación con vida de CARLOS RENÉ ROMÁN SALAZAR, garantizando su integridad física y psicológica, las garantías del proceso y de seguridad, así como también DE TODOS LOS DEMAS COMPAÑEROS DESAPARECIDOS DEL MOVIMIENTO MAGISTERIAL QUE SIGUEN DESAPARECIDOS Y LAS INVESTIGACIONES SIN RESULTADOS SATISFACTORIOS.
Cabe destacar que, la sentencia dictada en contra del Estado mexicano por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso de la Desaparición Forzada de Rosendo RADILLA, obliga a los tres poderes de la Unión a cumplir, entre otras cosas, con la obligación de legislar en torno a la prevención, sanción y erradicación de esa aberrante práctica, de acuerdo a estándares internacionales, esto se encuentra pendiente de armonización legislativa, porque no es una prioridad para el Estado.
Apelo a la sensibilidad de la comunidad internacional para acompañar a la familia en el sufrimiento que vive día con día por la tortura que significa la ausencia de CARLOS RENÉ ROMÁN SALAZAR.