El portavoz papal, Federico Lombardi, confirmó hoy que existe preocupación en El Vaticano por la estabilidad de Siria tras el ataque con mortero que sufrió este día la nunciatura apostólica en Damasco.
En declaración a un grupo de periodistas aseguró que el Papa Francisco fue informado del episodio, el cual no causó víctimas humanas, ya que el misil cayó en un horario sin la presencia de empleados en la embajada.
Aseguró que no se trata de un hecho extraño o aislado, ya que en los últimos días otros objetivos en diversas partes de Siria han sido alcanzados por misiles similares.
“Preocupación existe, tú vives en un lugar de guerra, caen los proyectiles, en esta ocasión salió bien porque no mató a nadie, pero ciertamente se vive en una situación de riesgo, ante un conflicto y caen bombas”, afirmó.
“No puedo decir que es una vida tranquila en Damasco en estos días. Admiramos que el nuncio permanezca fielmente en el lugar”, agregó.
Según informó el embajador vaticano en Siria, Mario Zenari, el misil cayó aproximadamente a las 06:35 horas locales, mientras él se estaba levantando.
En declaraciones a la Radio Vaticana consideró que fue un “mortero bastante potente”, pero sostuvo que no es posible saber quién lo lanzó.
Añadió que diariamente se registran ataques similares, como el sábado pasado cuando sobre el convento de los padres franciscanos en Aleppo cayeron dos o tres morteros que dañaron el techo, pero no provocaron víctimas ni heridos.
“En las últimas semanas, en la zona de Damasco vieja, donde se encuentran los barrios cristianos, cayeron con frecuencia balas de mortero. Del inicio del conflicto hasta hoy en el barrio de Jaramana cayeron dos mil 800 morteros”, estableció.
“Por lo tanto estamos en el mismo barco, sea en Damasco como en otras partes del país. Puedo sólo confirmar estos hechos, después la intención que esté detrás, si cayeron por error, no lo podría decir. Es difícil en este contexto”, apuntó.
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