En el 2015 el PRD obtuvo buenos resultados en las elecciones federales, al ganar por primera vez cuatro distritos de mayoría y consolidarse como la primera fuerza del polo democrático y progresista a nivel estatal.
El 2015 ha concluido para dar paso a un nuevo año eminentemente electoral. Este 2016 que hemos iniciado marcará el destino de Oaxaca para el próximo sexenio pues no sólo estarán en juego las elecciones a gobernador del estado, diputadas y diputados y concejales de 153 ayuntamientos, sino el futuro de la sociedad oaxaqueña.
Hoy estamos exactamente a cinco meses de la celebración de las elecciones en donde las y los oaxaqueños tendrán la posibilidad de elegir entre dos opciones: la posibilidad de mirar hacia el futuro y profundizar el cambio por el bien de Oaxaca o el regreso a un pasado caracterizado por el autoritarismo, la impunidad, la corrupción y la pobreza.
Estas dos opciones diferentes y contrastadas entre sí estarán representadas en las boletas el cinco de junio. Las y los oaxaqueños debemos aprender del pasado, recordar los malos gobiernos de más de 80 años que sumieron a Oaxaca en el abandono, la pobreza, corrupción y la marginación.
Haciendo un ejercicio sano de autocrítica, en el PRD reconocemos que el gobierno de alternancia que surgió en el 2010 no ha cumplido con todas las expectativas de cambio social y político reclamados por la sociedad, de manera fundamental en lo que tiene que ver en la eficacia de las acciones de gobierna, sin embargo se han dado pasos importantes en materia de desarrollo social con los programas de apoyo a jóvenes estudiantes, personas con discapacidad, jefas de familia y con la dotación gratuita de uniformes y útiles escolares.
Asimismo, hemos tenido avances en materia de derechos humanos, división de poderes y, sobre todo, hoy Oaxaca tiene un andamiaje jurídico de avanzada y progresista depositada en la Reforma Constitucional del 2012.
Seis años nunca serán suficientes para borrar de la noche a la mañana las malas prácticas de 80 años de los gobiernos priístas, sin embargo es un hecho que en el 2010 en nuestra entidad se inició un proceso de cambio pacífico para beneficio de las mayorías.
En virtud de lo anterior, con sensatez y voluntad política, desde el PRD hemos llamado a construir una amplia alianza político- electoral en donde puedan confluir no solamente los partidos políticos de izquierda y democráticos, sino también todas las organizaciones ciudadanas, sindicatos y organizaciones no gubernamentales.
A cinco meses de la elección es tiempo de asumir una posición analítica y crítica y pensar en el futuro que deseamos para Oaxaca en donde está depositada la esperanza de varias generaciones de oaxaqueñas y oaxaqueños que anhelan una era de prosperidad.
Hoy debemos poner el interés supremo de Oaxaca por encima de cualquier interés personal o de grupo.
En los próximos días, vamos a formalizar la constitución de esta coalición electoral que representa la opción del futuro y de la consolidación del cambio democrático. Y lo haremos con la participación de todas y todos, con altura de miras y pensando siempre en el bien de la sociedad.
El PRD va con ánimo propositivo, con actitud constructiva, sin guerra sucia, con debate de altura de miras y apostándole a una amplia participación ciudadana para sacar adelante a Oaxaca.