El debut de Agustín Basave al frente del PRD no pudo ser más desastroso: su partido perdió el registro en Colima al obtener 1.87 por ciento de la votación.
Basave, que llegó de fuera del PRD a dirigirlo para lograr la salvación de ese partido, puede decir que en su primera batalla le dio a los perredistas una distinción que hasta ahora no habían tenido: fueron superados por los votos nulos.
Para la izquierda, Colima fue un desastre: también Morena perdió el registro, al ganar sólo 0.8 por ciento de los votos.
Ahora Basave dice que los panistas deben aprender la lección, pues fueron derrotados al no ir en alianza con el PRD. Falso. Lo que aportaba el PRD no daba para ganar.
El PRD le habría dado al PAN cinco mil 144 votos (sí, eso sacaron los perredistas en Colima), pero José Luis Preciado perdió por poco más de diez mil sufragios.
Eso pesa hoy por hoy el partido de Basave. Prácticamente nada.
Los perredistas serios se deben estar preguntando, a la luz del tiradero del domingo, si no hubiese sido mejor aceptarle la renuncia a Agustín Basave cuando amenazó con ella.
Y el PAN, por lo visto, ya está pensando en replantear las condiciones para aceptar al PRD en una alianza.
En Veracruz sí le sirve al PAN aceptar el apoyo del PRD, pero hasta ahí. En lo demás es perfectamente desechable.
Una lástima, pues, que el partido llamado a ser el estandarte de la izquierda mexicana hoy tenga que mendigar alianzas con el PAN para ver si de esa manera salva el registro, y con ello conserva prerrogativas económicas del Estado.
Con la dirección actual del PRD, ese partido va a sobrevivir en la medida que lo quiera Acción Nacional. En tanto le sea útil, pues.
Ya dijeron los panistas que no van a apoyar al PRD en Tlaxcala. Ellos ya tienen a su candidata, la senadora Adriana Dávila, y no necesitan apoyar ahí a un candidato perredista.
“Tlaxcala y Puebla van atados en la alianza. No va uno sin el otro”, ha dicho el presidente del PRD. Pues ya le dijeron que no.
¿Piensa acaso Basave que el PAN está perdido sin el PRD en Puebla? Se vuelve a equivocar el dirigente perredista. En la encuesta publicada ayer en El Universal, la intención de voto para el PRD en Puebla es de 2.4 por ciento.
Es decir, si el PRD cumple su amenaza y va solo en Puebla, también ahí va a perder el registro. Por eso el dirigente perredista se va a tener que tragar sus palabras y apoyar al PAN en Puebla. Es supervivencia.
Con la actual línea política del PRD, que no presenta una alternativa de izquierda a la crisis económica, a la corrupción y a la violencia, está condenado a seguir al PAN y aceptar lo que ese partido quiera darle.
Sin dirección ni posición política ante la situación del país, el PRD se está condenando a ser un partido satélite de poca monta, que pronto será superado por Morena y Movimiento Ciudadano.
Twitter: @PabloHiriart
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