Al Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa.
Al Gobernador del Estado, Gabino Cué Monteagudo.
A la Secretaria General de Gobierno, Irma Piñeyro Arias.
Al Procurador del Estado, Manuel de Jesús López López.
A los medios de comunicación.
A la opinión pública.
El pasado martes 15 de febrero, arribó a Oaxaca, el Presidente Felipe Calderón Hinojosa, para tratar temas de educación, salud y sector indígena, junto con el gobernador del estado, Gabino Cué Monteagudo.
Ese día, el magisterio oaxaqueño, con motivo de la llegada del ejecutivo federal y en rechazo a este, realizaron una serie de protestas y acciones que derivaron en un enfrentamiento entre la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y las Policía Federal (PFP) y Estatal Preventiva.
Entre los hechos violentos, destacaron las agresiones que se dieron al Secretario de Seguridad Pública del Gobierno del Estado (SSPE), Marco Tulio López Escamilla, quien en un primer intento, pretendió dialogar con actores del magisterio en la explanada del Zócalo Capitalino.
En un segundo momento, alrededor de las 14:00 horas, sobre la calle de Guerrero a escasos metros del Palacio de Gobierno, Marco Tulio López Escamilla, intentó apaciguar nuevamente las acciones radicales de los inconformes, pero en un instante fue rodeado por un grupo de personas que minutos antes se enfrascaron en una batalla campal con los elementos policiacos.
López Escamilla, con escudo en mano y apoyado de un escolta, fue recibido a empellones, puntapiés y puñetazos que lo derribaron en el piso, y ahí fue tundido a golpes.
En esos instantes, al cumplir mi labor periodista, me a cerque a recoger los hechos, pero al ver las agresiones en contra del servidor público cuando este intentaba pararse del suelo, intente pedir tranquilidad a los agresores para que dejaran de golpear a López Escamilla.
Reconozco que el único error y falla que cometí fue traspasar mi labor de reportero, en aras de que dejaran de golpear al titular de la SSP.
Los hechos fueron registrados por reporteros gráficos y escritos, de los cuales se desprenden una serie de videos y fotos, que prueban las agresiones.
Lamentablemente en una gráfica tomada por uno de los fotógrafos de la agencia fotográfica 50MM, y difundida esta, aparezco de perfil, a segundo cuadro, tapándome un agresor del secretario que en esos momentos lo jala al piso.
Mi persona, en esa escena, sugiere una acción de intervención en contra del secretario de seguridad pública, sin embargo, aclaró que pedía a los agresores que lo dejaran de golpear.
Caos y confusión privó en esos instantes en que agredían a López Escamilla, y eso sirvió, para que el mismo secretario cambie diametralmente su postura y me trate de implicar en los hechos violentos en su contra.
Y es que para el miércoles 16 de febrero, fui informado por reporteros gráficos, que después del enfrentamiento del martes, ya pasada la noche, el titular de la SSP, arribó al Zócalo de la Ciudad, para hacer una supervisión del lugar y con él, a la mano, una “carpeta” en la que contenía una serie de fotos, entre ellas la tomada por la agencia 50MM, con un recuadro con mi rostro impreso.
Enterado de ello, hable vía telefónica con López Escamilla, para manifestarle mi inquietud y preocupación de esa presunta información, de la cual el secretario no desmintió ni afirmó.
Al ponerme a su disposición para aclarar los hechos y dejar constancia de que mi participación fue para que lo dejaran de golpear, López Escamilla, me hizo patente su respeto hacia mi persona y hasta esos instante, prometió que no “haría juicio aventurados y que no abusaría de su cargo o nombramiento, en contra de personas que nada tenían que ver”, que se hacían las investigaciones pertinentes para esclarecer los hechos, a través de fotos y videos.
Ese día reitere mi disposición, al titular de la SSP y acordamos estar en comunicación para esclarecer los hechos.
Lo mismo dialogué más tarde con el vocero de la SSP de nombre Demetrio a quien también le manifesté mi disposición y solicite una entrevista personal con López Escamilla.
El vocero de la SSP, me dijo entre otras cosas que “el secretario era una persona justa y que no iba a actuar en consecuencia en contra de quienes no estuvieron implicados”.
Respecto a la entrevista no me dio cita porque ya refirió que ya había dialogado con López Escamilla vía telefónica en dos ocasiones, solo se limitó a decir que la “carpeta” era un mito urbano y que no había nada en mi contra.
Para el viernes 18, nuevamente, fui enterado por elementos de seguridad de funcionarios que uno de los escolta del secretario de seguridad López Escamilla, perteneciente a la PFP, que ya me investiga y propala que “ese cabrón fue uno de los que agredió al secretario (…) qué, quién ese reportero, Jaime Guerrero”.
Esto motivo una nueva llamada al vocero de la SSP, por todo lo que puede implicar en contra mía. El vocero, reiteró que no había nada contra mi persona y repitió lo dicho en las primeras conversaciones.
No obstante, el sábado 19, en una serie de entrevistas que concedió el secretario de seguridad pública a comunicadores, en un acto en la sede del Cuartel General 28 Zona Militar, cambio su versión y aseguró en entrevistas grabadas, que del día del enfrentamiento de la Sección 22 del SNTE con la PFP y policía estatal un reportero le arranco el escudo.
“La parte de la agresión que a mí me toco, hubo de todo, pero principalmente agresores infiltrados, incluso hasta un periodista por ahí me andaba arrancando el escudo”, dijo textualmente.
De estas declaraciones públicas, se desprenden las privadas, fuera de grabación, las que hace López Escamilla, y ya asegura a diversos comunicadores, textualmente y enfático, “que yo pensé que los periodistas golpeaban de otra manera y no que se prestaran con los delincuentes, porque hay un compañero de ustedes que se llama Jaime Guerrero, el me quitó el escudo y para que me siguieran golpeando. Tengo las fotografías y yo lo vi que intervino en un hecho que no le correspondía”.
Frente a estas propalaciones de López Escamilla, por la tarde de ese mismo sábado, busque un diálogo directo con el titular de la SSP, al término de un acto público que este encabezó en el paseo Juárez el Llano, pero este se negó a dar la cara, y huyó, al ser alertado de que yo lo encararía, junto un grupo de comunicadores, para esclarecer los señalamientos en mi contra.
Ante la negativa de López Escamilla, dialogue junto con un grupo de compañeros, con el vocero de la SSP, quien también cambio su postura y llegó al grado de cuestionar mi presencia el día y en el momento en que agredían a su jefe.
Además confirmó que soy una línea de investigación en los hechos, “porque estas en medio de los dos más rijosos que se ubican en las agresiones en contra del secretario”.
Frente al desenvolvimiento del caso, manifiesto y hago público mi deslinde de las agresiones en contra de López Escamilla, y pido a este, que actué en lo público y privado, de forma más seria, profesional y no busque chivos expiatorios y culpables de los errores que él mismo cometió al exponerse por su propia decision, a un hecho de violencia.
Reiteró a las autoridades correspondientes, mis disposición para esclarecer mi presunta participación en las agresiones a López Escamilla.
No obstante, responsabilizó al titular de la SSP, Marco Tulio López Escamilla y a los cuerpos de seguridad de los tres niveles de gobiernos, de los daños y agresiones a mi persona, familia y bienes.
Aclaró que este pronunciamiento público, es a título personal. No lo hago en contra de toda la administración estatal, en virtud de que, confió en las instituciones y el cambio, que con el nuevo gobierno, se propala habrá en Oaxaca.
ATENTAMENTE
JAIME GUERRERO
REPORTERO