Iniciamos un nuevo año con noticias que afectan directamente a las familias mexicanas y oaxaqueñas, al conocerse del nuevo gasolinazo para este 2017, en donde el precio de la gasolina podría alcanzar hasta los 20 pesos, lo que representa un duro golpe y una burla para la economía familiar.
Este nuevo incremento voraz en el precio de los combustibles, representa una ofensa al pueblo de México, toda vez que estamos viviendo en una crisis social, económica y de seguridad.
En un país en donde el principal problema es la desigualdad social, es una maña señal incrementar los precios de la gasolina como medida económica para captar mayores ingresos. El diagnóstico fue equivocado, pues la inmensa mayoría de las y los mexicanos, viven al día, mientras que el grupo priista gobernante es insensible al clamor popular.
No es posible que mientras en el Gobierno Federal priista se han dado escandalosos casos de corrupción, sea la gente la que pague por los errores de la mala política económica de Enrique Peña Nieto.
Es más que evidente, la Reforma Energética impulsada por el PRI fue un fracaso y no dio resultados. El Gobierno Federal le mintió al pueblo de México al prometer que con dicha Reforma, los precios de la gasolina bajarían y que habrían mayores empleos y crecimiento económico.
La realidad y los hechos son contundentes: las decisiones que llevaron al incremento de la gasolina tienen nombre y apellido; de entrada, el Presidente Peña Nieto por impulsarlo, sin olvidar que quienes lo votaron fueron los diputados federales del PRI y sus aliados. Los datos señalan con claridad el origen priista del gasolinazo.
Recordemos, en el 2013, el Presidente Peña impulsó la Reforma Energética a nivel constitucional, lo que significó privatizar el petróleo y dar entrada a la competencia en materia de gasolina. En ese momento, el PRD y otros partidos de oposición votamos en contra.
Los que votaron a favor de la reforma fueron 209 diputados del PRI, 107 diputados del PAN, 28 diputados del Partido Verde, más 10 votos de Nueva Alianza. Aun cuando PRD, PT y Movimiento Ciudadano votamos en contra, lo que ocurrió fue que la mayoría actúo por consigna, ignorando las advertencias sobre el grave daño que le causarían al país.
El segundo momento, en que se avanzó en la apertura y liberación de precios de la gasolina fue con la Ley sobre Hidrocarburos, en la que se estableció un transitorio décimo cuarto, de acuerdo al cual, a partir de enero de 2018, los precios de la gasolina se determinarían por las condiciones de mercado, cancelando el control del precio en el país y así, la economía nacional y la de las familias quedaron expuestas a las subidas y bajadas del precio internacional, que se fija en dólares, cuando la mayoría de la gente vive en condiciones de pobreza.
Ese transitorio “notoriamente neoliberal” fue propuesto por el gobierno federal y fue defendido con los votos del PRI, PAN, Partido Verde y Nueva Alianza. Nuevamente votamos en contra el PRD, junto con Movimiento Ciudadano y PT.
En septiembre de 2016 el Presidente Peña Nieto propuso adelantar un año la liberalización de precios para la gasolina con toda la intención de que no coincidieran con el proceso electoral del 2018. Su propuesta se estableció en un artículo transitorio décimo segundo de la Ley de Ingresos de la Federación para 2017.
La votación en lo particular de ese artículo dividió a la Cámara de Diputados, y quienes se convirtieron en los defensores de la propuesta del gobierno fueron 191 diputados del PRI, 29 diputados del Partido Verde, 9 diputados del partido Encuentro Social.
Todos los mexicanos y en especial la gente de Oaxaca tienen toda la razón en sentirse agraviados y traicionados por quienes olvidaron su compromiso con la sociedad y sólo se preocuparon por entregar el negocio de la gasolina a la voracidad de las empresas internacionales.
Al igual que en otros momentos, la Fracción Parlamentaria del PRD, estará del lado de la gente. Vamos a salir a las calles a rechazar estos incrementos voraces a la gasolina y vamos a defender la economía de las familias oaxaqueñas.
