Más de una vez los Policías Estatales se han manifestado contra una serie de irregularidades laborales, salariales y malos tratos. Sin embargo, en esta ocasión pusieron en jaque al Rey. El gobernador utilizó una serie de pretextos, escusas y hasta engaños para desprestigiar a este movimiento.
Independiente de quiénes o de los partidos políticos que financiaron este segundo paro laboral registrado en la administración de la Paz y el Progreso, los uniformados no sólo destaparon la cloaca sino que además revelaron la incapacidad de Gabino Cué Monteagudo de generar gobernabilidad.
La realidad es reveladora. Las condiciones de trabajo de los policías son turbadoras, y la ineptitud de las autoridades ha sido expuesta ante los ojos del país. Esta es la percepción de la ciudadanía respecto a la problemática en materia de seguridad que se vive en Oaxaca.
El origen
Las condiciones deplorables de trabajo no son de ahora, sino de hace tiempo. Los policías se rebelaron contra el entonces secretario de Seguridad Ciudadana de Oaxaca, Sergio Segreste Ríos, quien fue acusado de utilizarlos y obligarlos a desalojar a los maestros en el Zócalo de Oaxaca, en el 2006 durante su plantón anual para exigir respuestas a sus demandas.
Esta situación sacó a la luz pública los bajos sueldos de los uniformados, la falta de garantías laborales entre otras cosas. Por el escándalo de la seguridad durante la administración ulisista, el secretario de Gobierno Joaquín Rodríguez Palacios, tuvo que intervenir para establecer una serie de compromisos para mejorar las condiciones en que se encontraban los elementos.
Acuerdos que hasta la fecha no han sido cumplidos, y que hoy, le han complicado literalmente la “jugada al Rey”.
Las razones fueron muchas y variadas, pero se resumen en estos puntos: equipamiento, aumento salarial, pago de jornadas extras, liquidación de pensiones y sobre todo, un trato digno y humano. Estas eran, hasta el primer día de paro de labores las peticiones de los guardianes del orden.
En septiembre del 2014, se hizo realidad la rebelión de los policías quiénes paralizaron sus actividades por 14 días hasta lograr al menos siete acuerdos con el gobernador Gabino Cué Monteagudo, los cuales fueron omitidos y olvidados.
Después de dos semanas de amotinamiento, los paristas doblegaron a las autoridades estatales, sin embargo, no consiguieron la renuncia de Alberto Esteva Salinas, de la corporación.
Cinco meses después de esta primera protesta y después de pretender manifestarse en la audiencia del exsecretario de Seguridad Pública, éste renunció el 2 de febrero.
El segundo golpe
Ante la falta en coherencia de cifras y el nulo cumplimiento a las demandas, los uniformados se declararon en paro de labores desde el pasado 31 de enero.
Sin embargo, la situación se agudizó cuando el gobierno del estado, pidió la intervención de la Policía Federal para recuperar el cuartel de Santa María Coyotepec.
De estos hechos, al menos 10 elementos de ambas corporaciones resultaron heridos, sin considerar los daños materiales que ocasionó la balacera registrada en ese lugar.
Desmienten policías al gobierno
Los policías desmintieron al gobierno de la entidad tras exponer una serie de deudas e irregularidades que se vive al interior de la Secretaría de Seguridad Pública (SSPO), en donde se encuentran adscritos.
Los uniformados afirmaron que contrario a lo que han manifestado las autoridades locales, un trabajador gana alrededor de seis mil 500 mensuales, con prestaciones y no más de siete mil pesos como se aseguró.
Al descartar que sus demandas no responden a fines políticos o personales, los elementos expusieron que han sido objetos de amenazas e intimidaciones. Del mismo modo, las minutas de acuerdo de siete puntos firmadas en el 2014, tras más de 14 días de paro de labores no han sido cumplidas.
Sin revelar los conceptos, los uniformados enumeraron una serie de folios en donde se adeudan cantidades desde los 100 mil hasta más de un millón de pesos.
Engaños, chantajes y ultimátum
Bajo una serie de amenazas del gobierno del estado, éste, intentó nuevamente reincorporar a los 300 policías paristas por lo que condicionó el pago de la primera quincena del mes de febrero.
Valiéndose de algunos medios de comunicación, el titular del poder ejecutivo intentó desprestigiar al movimiento, cuando en primera instancia éstos rebasaban los mil policías.
De los otros acuerdos del 2014 que no han sido cumplidos.
1.- Incremento a la prestación de apoyo alimentario de $ 25.00 a $35.00 pesos diarios, por lo que las autoridades erogarán poco más de cinco millones de pesos mensualmente.
2.- Pago inmediato de haberes y viáticos con rezago.
3.- Entrega de uniformes tácticos a personal operativo de la Policía Estatal en un plazo de 40 días, y a partir de esa fecha, entregas quincenales de uniformes hasta cubrir totalmente esta obligación.
4.- El 15 de octubre, la administración estatal presentará un proyecto de pensión y retiro para el personal de la SSPO, a partir de un análisis de la disponibilidad presupuestal para este rubro.
5.- Realizar mesas de trabajo para garantizar el cumplimiento de los compromisos establecidos por el Gobierno del Estado, además de analizar y proyectar mejoras salariales para 2015.
6.- Establecer un proceso de homologación de prestaciones, cuyos resultados serán informados oportunamente a los interesados.
7.- Apoyo económico -por única vez- de mil 500 pesos al personal de la dependencia y la creación de un sistema pensionario para el personal de las instituciones de seguridad pública del estado.
Pese a que los paristas aceptaron un 10 por ciento de incremento al salario, así como la presentación de una ley de pensiones ante el congreso del estado, el gobierno no desistió en aplicar sanciones a los encargados de la seguridad, situación que complicó el levantamieto del paro de labores.
Después de ello los uniformados se declararon en huelga de hambre y se rebelaron contra el ultimátum del gobierno del estado para entregar el 17 de febrero, el cuartel hasta las 14:00 horas, incluso amenazaron con un nuevo operativo.
Carina García
Vía: Viral Noticias